Por los campos de la vida me sembró
mi Dios, sin oficios ni beneficios;
y nací cual cizañas entre vicios,
atrapado a este mundo que me alumbró.
...Y como vago y maleante me nombró
la mala suerte con falsos prejuicios,
por no tener siquiera los inicios,
de aquel hombre que sus labores labró...
¡Por Dios, que nunca nazca el desgraciado!
porque es crimen vivir en la miseria,
por siempre sin defensa humillado...
¿Habrá bajo el cielo cosa más seria
que andar por los caminos mal mirado
cual perro despreciado, o vil materia?
MANUEL HILARIO IBÁÑEZ-Sanlúcar de Barrameda-
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