Una de ciego enamorado
Si la noche y la oscuridad son mi celo,
qué importa si en tus ojos está la luz.
Si la soledad y la amargura me embargan,
qué importa si en tu regao está el amor.
Si dentro de mi sólo siento frío,
qué importa si en tu alma está el calor.
Cómo conseguir el brillo del sol,
la ternura de la rosa, la quietud de la noche,
si todo, lo tienes, amada mía, tú.
Apariencias
Así el hombre canta:
al mundo su riqueza
al aire su tristeza
a Dios sus flaquezas
y, así mismo, su miseria.
Mas él las virtudes llama
que sin causa profana
porque es hombre de bien
que pasa de los treinta.
Del libro Poemario de un ideario de MAXI CAMPILLO PONS
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