HE CAMINADO EN SILENCIO
Fui esclavo y oficiante
de la charca pútrida del destino.
Quise ser arena, agua y viento
donde apoyar la pena de ser cadáver
en un manto aterciopelado
que sé que no me pertenece.
Intenté morir sin carnet,
abrazarme a las arrugas de mi casa
y fugarme con la mugre y el polvo
de estar perdido entre miradas.
¡Qué cansado y angosto
resulta el péndulo del reloj!
cuando ya no existen horas
y los segundos vagan
buscando el nombre sin aliento.
Ya ni la piel me sirve de frontera
para detener los huesos
que huyen asustados de mí.
Los túneles los he recorrido todos
con un cuchillo herido de oscuridad,
he caminado en silencio para contemplarme
tirado entre los despojos.
Cubriéndome, amándome y olvidándome.
Todo es como una larva sin memoria,
reptante, frágil y olvidadiza,
entre el bisturí del tedio, con la agonía
de los cipreses de letal sombra.
GUILLÉN LOSADA-Montilla-
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