POEMA

Quisiera así deciros compañeros.
(Estos politicastros de hoy, pasarán)

Quisiera deciros algo, compañeros
quisiera anunciaros amigos
que no perdamos más aliento,
ni que no nos falte tesón,
los tiempos que hoy corren
respiran, instruyen, gobiernan
como necios, en contra de la razón.

Pasó, que gozaron de República,
aunque otro, en la Una y Grande soñó
todos sabían de hechos ajenos
y entre todos, se jodió.
Los unos con hunos iban
los otros de su razón son
unos y otros a tambores tocan
los unos con balas, ganan
los otros pierden sin orden, con dolor.

Erigíose así un dios humano
que durante 40 años reinó
junto a rebaño de creyentes
ausencia de saberes provocó.

Aunque, oídme, sabed que
su ignorancia acompañada
de otros burros, su gran legión,
lograron los de las alas en bandera,
que ni de águila, ni de halcón,
siquiera de cóndor o gorrión,
sino de carroñeros, son.

Henchidos de egos y riquezas, sin valor,
el ísimo y la piara, solazan en su bastión,
queriendo matar sembraron,
y, cavaron su gran error,
ideales que labrados
sobre semillas de unión,
ungieron de nueva esperanza
a huérfanos que del habla, son.

Campos que antaño resecos, secos
cuerpos sin amparo de techo, ni virtud
almas tristes en regazo de fruto estéril
en antiguos hacedores de ideales
tales abusos, ya sin paciencia, engendró.

Renacieron idealistas, un gran logro es
y en su ideario, la argamasa asentó
mezcla de uniones en pensamiento y acción
esculpiendo, moldeando, formas se dio,
ante un enemigo que finalmente, nos unió.

La lucha, queridos amigos,
de nuevo el sendero andó.
Sin balas, ni hunos,
se asienta el buen hacer
del “…como decía ayer”,
a las aulas, el saber, volvió.

Poco a poco, en paso a paso
como en lento amanecer
despierta con cierto temor
nuestra amada libertad, es.

Discursos emocionantes, risas sin parar
alimentada un alma que, ni el 23 F,
con tiros y amenazas, logró asustar.

Colegas, así parece, olemos a libertad
escrita sobre la tierra, la arena y el mar
sin resaca, en alegría, alzando la voz
luchamos, no por dinero, no por tener,
luchamos hermanos, amigos, sabed
en sentir, sintiendo, como en segunda piel
que la vida tiene un sentido, estando en libertad.

Con la quijada prieta y orgullo fiel
letra a letra, con verdades se creó
un nuevo creer, todo ello, en el 78, fue.
Volviendo al hoy, desde el ayer
parécenme borradas las letras
de ideales que con pasión
y con valor escribimos
la historia de un deber.
Se desdibuja en la arena
el sentido en que otrora
escribíamos como lelos
ansiosos de ansiedad
por sentir como sonaba
en palabras, con sonidos,
la llamada libertad.
Creció el bicho, lo creía muerto
disfrazado con ideales y reglas jugó
ganando elecciones mi temor creció
más no eran blancos ni azules
sino, creedme, mucho peor
pues por ignorancia y sinrazones
la necia estupidez, venció.

No tenemos enemigo, ni ísimo, ni bastión,
un sinforma nos acecha, nos aturde
moldeándonos, mudeando nuestra voz.
Son los intereses creados por aquellos
que nos separan, amordazan y encadenan,
eso sí, alimañas sin personal pasión.

Labordeta en honores nos cantó,
y también otros antes hicieron,
Serrat, Ibañez, Llach con Raimón
y muchos otros más loaron
lo que otros escribieron con pasión.

La libertad tiene un precio
que, aunque paguemos,
bondadosas criaturas,
ni fiarnos, ni tendremos.

El ísimo consiguió lo que éstos
no pudieron, ser icono, ser tipejo
de nuestras iras su dueño.

Hoy, con deforme figura
y sin identificar siquiera,
debemos afrontar, amigos,
a quienes sin proclamas,
dictatoriales o guía, ponen vallas
sin problemas y con escaños
en Parlamento y Senado, burla
dictando nuestra vida, en amén
y la justicia, empapelada… y nula.

Que vuelvan los versos y verdades
trovadores y colegas,
debemos revivir el canto
que nos aúna, empuja y alienta.
Volvamos a sentir lo que
el mar nos recuerda,
todo lo bueno se va
pero en compromiso de vuelta.

Grabemos en roca viva
y no en sutil arena
que libertad es mucha letra
para tan poca ciencia,
esa, la de políticos y mala gente
alguna, hasta financiera.

Regresemos al inicio, princesas,
que ni folclore, ni rosa prensa
alcen ídolos de fango y piedra
que de princesas del pueblo,
hastían, aburren y exasperan.
Recordemos con orgullo
frente y barbilla alzada
que el ser, se es siendo,
mientras elegir puedas
en siempre sano albedrío que,
si no tienes, lo siento colega
es una elección necia y ciega.

Ayer tuve un sueño, dijo un Grande
el mismo que tengo yo,
que sintamos como sintió
el primer hombre, al decir ¡no!

Llegando el día que vendrá,
de pie quisiera estar
en sol o luna, qué mas da,
por hacer mía y por los demás
la esencia del todo, en libertad.

Del libro Poemario de un ideario de MAXI CAMPILLO PONS