DÉCIMAS
Cuando me viste llorar
al otro lado del río
me lanzaste un desafío
que yo no quise escuchar
porque no aprendí a matar
los sentimientos oscuros
que mi amor con golpes duros
grabó una tarde en mi mente
sin importarle la gente
que miraba tras los muros.
Estoy esperando en la orilla
que salgas del agua clara
mostrando tu bella cara
que es hermosa maravilla
que poniéndome en cuclilla
atrapa mi corazón
y me anula la razón.
Ya sin ti no sé vivir
ni pensar y ni dormir
en este triste rincón.
Dame la mano chaval
que quiero tu hambre saciar
en esta noche lunar
con queso, tomate y sal
que es comida muy frugal
para unas largas jornadas
de trabajos en las gradas
de un enorme petrolero
que no llevará viajero
y vencerá marejadas.
Ayer dicen que vieron
a Dios sentado en un banco
mojado su rostro blanco
por las aguas que cayeron
de las nubes que partieron
su cielo azul en pedazos
que fueron a dar en brazos
de unos ángeles sin alas
que cumplían por sus malas
artes un castigo a plazos.
JOSÉ LUIS RUBIO
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