Amante
Me hablan de ti las inefables rosas
brotadas en mi piel bajo impulsivas
palabras y obras, mansas o agresivas,
sembradas por tus manos prodigiosas.
¿A qué escuela de amor van, de qué diosas
aprenden las amantes sus lascivas
técnicas y estrategias, siempre vivas,
que jamás consiguieron las esposas?
Este coloquio mudo, pero intenso,
me subyuga, dejándome indefenso,
y aun pudiendo blindarme, no lo haría.
Cubierto de los pétalos tatuados
con tu nombre y designios, deshojados,
dejo pasar la noche, acecho el día.
Hueles a despedida
Hueles a despedida, agria fragancia
hija de lo aromático inactivo.
Al realizar nuestro quehacer festivo,
embalsamaba el sándalo la estancia.
Luego, trazando esquemas de distancia,
enrareciste el aire, y elusivo,
siendo empresa común, nuestro objetivo
fue perdiendo sentido y relevancia.
Siempre hay sabor amargo en la partida,
resabio de morder fruta podrida,
no en boca que se va, mas que se queda.
Ni reniego de ti, ni te detengo.
Cuanto tuve fue mío, y lo mantengo,
aun siendo tú lejana polvareda.
FRANCISCO ÁLVAREZ HIDALGO-Los Angeles-
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