LIRIOS MUERTOS
Impotente al tiempo largo,
oprimido por el muro del huerto,
temeroso del ruido nocturno,
-voces de lirios muertos-,
quisiera perderme
en la oculta ribera
-en la playa confundidos
peces, mar y arena-,
allá a la media tarde
cuando el otoño regresa.
Fundirme con el viento,
dejarme llevar por la marea,
-invisible a los Cien Mil Ojos-,
dejando tras de mí,
como única huella,
una roja estela
en un mar de plata, cuarzo
y estameña,
que, al fundirse en el horizonte,
en el Gran Vacío se despeña.
ARSENIO M. LÓPEZ MORADO-Cartagena-
No hay comentarios:
Publicar un comentario