EL FUSIL, NO ES DIOS
Siento el horror que repartió,
veo la sangre que produjo en el ayer.
Su frío, me hiela el corazón
y me hace llorar, por dentro de mi ser.
Escucho el estruendo de terror,
que nace del silbido y perecer.
Que produce; muerte y adiós
en aquél, que logra herir y poseer.
El demonio, está en su interior
y el humano bélico, su Diablo es.
Y quién, vea a los dos bajo el sol
salpicando sangre de forma cruel.
Comprenderá que el fusil, no es Dios
y que el hombre, sombra es, de lo que fue.
Pues opto, por dejar al amor
y conquistar, la muerte de su fe.
RICARDO CAMPOS URBANEJA-Irún-
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