TRANSPLANTE DE CORAZÓN
Yo tenía
el corazón de cristal,
no sabes como vibraba
cada vez que tañían
las campanas
de la catedral.
Pero, los doctores
tiempo y sufrimiento,
me hicieron un transplante
mudándome el antiguo
por uno de amianto.
Ya no le afectan
ni los más
tremendos seísmos,
ahora mi "régulo"
ha dejado de ser trémulo
y aguanta, impertérrito,
las caídas por los abismos.
Del libro Versos horizontales de PATRICIO RASCÓN FERNÁNDEZ-Porto Colom-
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