ENFERMO
Enfermo de Navidad,
de Año Viejo y de Año Nuevo,
de gente que vende y compra
y de plagas de mendigos,
vengo y voy por la ciudad
gastando las viejas suelas
de mis gastados zapatos
entre sombras sin trabajo
con perfil de zombis tristes.
Feliz, feliz Navidad
oigo decir por doquiera
a las infelices gentes.
La verdad de la verdad
es que la infelicidad
impera por todas partes,
aún entre aquellos que fingen
ser felices y sonríen
entre brindis entusiastas.
Lotería, lotería y otros cuentos.
Vientres grasientos y orondos.
Mujeres y hombres pasados
y bien pasados de kilos
por la comida chatarra.
Enfermos de Navidad
de Año Viejo y Año Nuevo.
En la TV oigo el saludo
de un rey acartonado
y un presidente vacuo.
Hay que engañar y engañarse.
Hay que usar el antifaz.
Hay que andar enmascarado.
Hay que seguirle el jueguito
a los mercados y rendirle
pleitesía a los banqueros.
Enfermo de Navidad
hay que usar el jotmei
y escribir como hace siglos
frases gastadas y huecas:
Feliz, feliz Navidad
y Próspero Año Nuevo,
entre mentira y mentira
de ladilla apandillada
y piojo acanallado.
JUAN CERVERA SANCHIS -México-
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