El CrimenCuando lo digas no tendrá importancia, pasaré a través de ti como si no existieses. Inconscientemente me has dado tantas pistas que estoy preparándome largo tiempo, cuando seas capaz de decirlo ya estarás muerto. Porque día a día he puesto en tu alimento la cicuta de la rutina, en nuestra conversación el “encanto” de la vacuidad y en nuestra cama el puñal del desamor.
Cuando tengas el valor de dejarme: ¡ese día en mi corazón yacerás muerto!
No habrá recriminaciones ni duelo ni luto… no correspondería.
Estoy cometiendo un crimen, lo confieso, ¡soy una asesina!
Estoy matando el amor.
Loreto Silva(Chile)
Publicado por la revista La Urraka
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