Todos mis pensamientos
están impregnados de ti
sin serlo.
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HAMBRIENTA MIRADA
Brazos cruzados
pidiendop tiempo muerto,
dedos como garras
que percuten en la carne,
mirada esquiva
tras unas gafas
que eclipsan ojos claros.
Todo en ella es deseo
y no realidad,
distancia y no presente,
hambre y no hartazgo.
¿A quién busca
esa mujer con ese
gesto de añoranza,
con ese ansia
dibujada en su rostro
y que quiere ocultar
bajo el reclamo incisivo
de un collar ostentoso?
No lo sabemos pero
casi estamos tentados
a volver la cabeza
para descubrirlo.
Del libro Tristeza en el Gran espejo dorado de JUAN EMILIO RÍOS VERA
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