AÚN QUEDA TIEMPO PARA UNA SONRISA
Ha vuelto el sonido del mar,
ha vuelto,
a mover mis oídos sordos,
a mover mis manos vacías,
a mover mis pies cansados,
y he sonreído al sentirlo
recorrer mi cuerpo sediento
y he creído que luces nuevas
alumbran los campos yermos
y que el hombre aprendió
a sonreír y olvidó el odio.
He vuelto a oír el sonido
de las olas al romper
contra las rocas de la orilla
y de nuevo ne he sentido vivo,
inmensamente vivo,
alegremente vivo,
sonrientemente vivo.
Aún queda tiempo para la esperanza,
aún queda tiempo para una sonrisa.
JOSÉ LUIS RUBIO
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