LLORAR
Llorar y no llorar, llorar llorando.
El llorador sin lágrimas lloraba.
Las lágrimas sin lágrimas
caían sobre la tierra,
sobre la muda tierra,
sobre la tierra seca.
La desesperación desesperada
imploraba una lágrima.
Llorar, llorar, llorar.
Llorar y no llorar.
Llorar llorando.
Llorando sin llorar.
El llorador sin lágrimas
lloraba y no lloraba.
Una pequeña lágrima
rodaba lentamente
por la mejilla azul
de una estrella cansada
de ser estrella y lágrima.
Llorar y no llorar.
Llorar llorando y sin llorar.
Y la vida, la vida,
lágrima indescifrable,
no cesaba de llorar y llorar,
como el Creador y todo lo creado.
JUAN CERVERA SANCHIS -México-
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