UN MARINERO MAYOR
Vela y estela
que ya no volveré
a ver más.
Sintiendo y mirando
desde la orilla del mar.
Vela que aprendí a dar.
Estela que mil veces
dejé atrás
sintiendo porque me gusta el mar
y ahora mirando desde la orilla del mar.
SINTIENDO CON DEVOCIÓN
Sintiendo con devoción la Semana Santa
y mirando los pasos engalanados con gladiolos
azucenas, velas y estelas que están dejan
con su humo y su olor a cera.
Pasean a la Virgen con pasión, cariño, orgullo y esperanza.
Saetas que expresan penas. A la Virgen
se le ven las lágrimas en las mejillas.
Lleva a su hijo delante que ya no puede
ni arrastrar los pies
con la cruz que le han puesto en los hombros.
Mirando un devoto, y sintiendo ve el paso
engalanado de gladiolos, azucenas
y velas y estelas que estás dejan con su humo
y olor a cera.
ANTONIO BASALLOTE
MUSA DE LAS ESTELAS
Tú que ondeas en el mástil.
Musa de las estelas
mirando el horizonte
sintiendo la brisa fresca
navegando con viento y marea
presumiendo de altanera
al son de las velas
acaricias el cielo.
jugueteas con las gaviotas.
Te guían las estrellas
y eres amiga de la luna llena.
Quiero sentirme libre
como tú Bandera.
CARMEN PÉREZ MARTELL
ESTELA-VELA/ MIRANDO-SINTIENDO
Aquella cálida y transparente mañana del mes de Junio decidimos salir a navegar y poder probar la nueva vela de la que habíamos proveído a la pequeña embarcación que nos hacía las delicias los días que salíamos a la mar. Podíamos seguir con nuestros ojos la estela que iríamos dejando. Mirando, sintiendo a mirar la estela, cómo debajo de ella, se dispersaba una bandada de peces a los cuales no éramos capaces de catalogar debido a que la espuma distorsionaba su forma y color.
Durante todo el día estuvimos navegando de un lado a otro sin dirección determinada porque nos complacía enormemente cómo el viento rielaba en nuestra nueva vela y empujaba nuestro velero. ESTELA se complacía mirando el velamen y sintiendo, con su mano sumergida en la burbujeante estela que la decisión adoptada de comprar y cambiar la vieja por una nueva, nos proporcionaría momentos de alegres singladuras para todo el verano que comenzaba.
Al ocaso, Estela y yo, dejábamos embarrancar nuestra querida barca en la pequeña cala donde teníamos montada la tienda y mirando al mar y sintiendo el suave reflujo del oleaje nos quedamos dormidos.
CONCHA GOROSTIZA
VELANDO
Vela, velando, voy sintiendo
que venzo al sueño
mientras voy mirando
la sinuosa estela que el caracol
hizo en el suelo.
Mira, mirando, veo la vela
apagarse y siento el miedo
recorrer mi espalda
cuando veo la estela
que el cocodrilo ha dejado.
Siento, sintiendo, la estela
en mi cuerpo de una cera
caliente que cae de la vela
mientras que mirando tu cara
me voy adormeciendo.
Hoy no sigo tu estela
porque no encendí la vela
y porque cada vez siento
que me está mirando,
y me espera escondido
en los cañaverales, un cocodrilo
peligroso que quiere devorarme
al tiempo que yo devoro
al pequeño caracol que encontré
oculto entre las hojas de la col.
MI NAVE
Mi nave va siguiendo la estela
de un barco imaginado.
Los marineros en la cara sintiendo
el frío de las aguas y yo mirando
como se hincha la blanca vela
que nos lleva a buen puerto.
Para leer la carta encendí la vela
para que tu letra mirando
mi cuerpo se fuera sintiendo
recorrido por la estela
que trazaste en mi pensamiento
y que nunca te ha olvidado.
Una ráfaga de viento apagó la vela
y me sorprendí mirando
la blanca y rectilínea estela
del avión que me dejó sintiendo
un ligero e inexplicable cosquilleo
que alivió mi corazón cansado
JOSÉ LUIS RUBIO
NOCHE DE ATALAYA
Desde miradores y atalayas te diviso
majestuoso, inmenso , poderoso.
Mirando a través de tus aguas
aparecen tesoros enterrados,
huellas del tiempo pasado.
Contemplo el horizonte,
y aparecen mástiles y velas
con nuevas de tierras lejanas.
Estelas blancas desaparecen en la noche
mientras sueños de bonanza
duermen en camarotes oscuros.
Peces y atunes bailan a la luna
mientras se ahogan los sueños.
VIRTUDES ROLDÁN
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