LUNA LLENA
(soneto)
Dama del universo, gran señora,
pedestal de inmensurable fantasía,
de leyendas de insigne idolatría,
de inspiración sublime que enamora.
Con tu noble esplendor, luz emisora,
en larga y solitaria travesía
eres del navegante luz y guía
y cómplice en la cita seductora.
Sin ti hasta el cielo pierde su grandeza,
la oscuridad es toda incertidumbre,
por eso luna llena, sin sorpresa,
con firme convicción, con entereza
de tanto contemplar tu blanca lumbre,
me convertí en adicto a tu belleza.
MIGUEL ANGULO
NOCHE DE LUNA LLENA
El brillo de tus ojos dijeron,
El silencio en tus labios,
El temor en tus manos,
contaron tu historia,
Entre sabanas
nuestros cuerpos
Confirmando el deseo
En baño de luna llena,
traspasando tu alma
cambiante como ella,
hoy llena
mañana menguante
pasado nueva,
tan incomprensible como ella
tu mente cálida y fría al tiempo,
sin poder quedar inmortalizada
en tu interior fugaz ,
en noche de luna sin estrellas
descubro tus refugios secretos
en nuestra piel entrelazada,
luz de luna cómplice
de caricias y miradas,
se deleita con la
sinfonía de nuestros susurros
que ansían ser escuchados
tras el reflejo de esta luna curiosa
que dibuja nuestra piel traviesa
perdiendose en el eco de besos,
endulza los abrazos
con su bálsamo de protección,
Sin importar
Transcurrir del tiempo
encuentro esporádico
eclipse lunar
magia perfecta e incondicional
Intercambio de sensaciones
Confirmación de Emociones
inmortalizados
en el recuerdo
de una noche
de luna llena
Ana María Rico Ospina
viernes, 30 de julio de 2010
miércoles, 21 de julio de 2010
LUNA LLENA
ENTRE LA LUNA Y YO
NO ES UN SECRETO REINA
TU INCOMPARABLE BELLEZA
TU REDONDEZ CADA NOCHE
ILUMINANDO MI SENDA.
CUANDO TE MIRO…YO QUIERO
DIALOGAR CONTIGO NEGRA
DECIRTE COMO QUISIERA
SER BUENA COMO TU
Y COMO TU …SER BELLA.
TE EXTRAÑO CUANDO NO LLEGAS
CUANDO NO LLENAS DE LUZ
MI ARO VACIO Y CANSADO.
SABES? CONTIGO ME IRIA
AL INFINITO CERCANO
TE ESCRIBIRIA POEMAS
MIENTRAS VIGILAS TU TIERRA.
TODOS LOS DIAS TE ANHELO
TIMIDA, ANSIOSA,
LLENA DE VERSOS.
LUNA MIA
TU QUE REGENTAS MI VIDA
QUIERO QUE INTERVENGAS
QUE ECLIPSES MIS DUDAS.
QUIERO CON TU LUZ
FILTRAR MIS AGONIAS
Y QUE ME DES CADA NOCHE
LA DOSIS PERFECTA DE SABIDURIA.
PATRICIA JAUREGUI
LUNA
He visto una luna enorme saliendo por el oriente,
Castillo de rosas nuevas, caravanas del ocaso;
un sesgo de nubes breves, nimio canto de la fuente,
huella de rubor sin lecho, niebla abierta a su regazo.
He visto una luna blanca sobre el pardo de la sierra,
Y entre los ojos difluentes que me cuentan los minutos,
Con un inmenso desprecio por las cosas de la tierra,
Árbol de cosmos y frío hizo del mármol su fruto.
He visto una luna llena naciendo del horizonte,
Teñidas de indiferencia, holgada de luz sin frente,
Amiga sin el prejuicio que en perjurios hace apronte
Y trueca en llagas sin cura la ilusión del inocente.
He visto una lunba hermosa junto a mi libro y mi pluma
Y el libro he cerrado un rato para perderme en la bruma.
Carlos Meirovich Córdoba Argentina
NO ES UN SECRETO REINA
TU INCOMPARABLE BELLEZA
TU REDONDEZ CADA NOCHE
ILUMINANDO MI SENDA.
CUANDO TE MIRO…YO QUIERO
DIALOGAR CONTIGO NEGRA
DECIRTE COMO QUISIERA
SER BUENA COMO TU
Y COMO TU …SER BELLA.
TE EXTRAÑO CUANDO NO LLEGAS
CUANDO NO LLENAS DE LUZ
MI ARO VACIO Y CANSADO.
SABES? CONTIGO ME IRIA
AL INFINITO CERCANO
TE ESCRIBIRIA POEMAS
MIENTRAS VIGILAS TU TIERRA.
TODOS LOS DIAS TE ANHELO
TIMIDA, ANSIOSA,
LLENA DE VERSOS.
LUNA MIA
TU QUE REGENTAS MI VIDA
QUIERO QUE INTERVENGAS
QUE ECLIPSES MIS DUDAS.
QUIERO CON TU LUZ
FILTRAR MIS AGONIAS
Y QUE ME DES CADA NOCHE
LA DOSIS PERFECTA DE SABIDURIA.
PATRICIA JAUREGUI
LUNA
He visto una luna enorme saliendo por el oriente,
Castillo de rosas nuevas, caravanas del ocaso;
un sesgo de nubes breves, nimio canto de la fuente,
huella de rubor sin lecho, niebla abierta a su regazo.
He visto una luna blanca sobre el pardo de la sierra,
Y entre los ojos difluentes que me cuentan los minutos,
Con un inmenso desprecio por las cosas de la tierra,
Árbol de cosmos y frío hizo del mármol su fruto.
He visto una luna llena naciendo del horizonte,
Teñidas de indiferencia, holgada de luz sin frente,
Amiga sin el prejuicio que en perjurios hace apronte
Y trueca en llagas sin cura la ilusión del inocente.
He visto una lunba hermosa junto a mi libro y mi pluma
Y el libro he cerrado un rato para perderme en la bruma.
Carlos Meirovich Córdoba Argentina
domingo, 18 de julio de 2010
Escrito
EXPOSICIÓN PRESO DEL COLOR III EN BENALUP
16 DE JULIO DE 2010
Buenas noches, amigos de Benalup. Preso del Color vuelve a vuestro pueblo después de diez años y vuelve, con una exposición única ya que en ella participan artistas de muchos pueblos de nuestra provincia. Vuelve con una exposición de cuadros, con los que el Colectivo Conileño de Artistas quiere arrancaros una amplia sonrisa.
Queremos que además del color os atrapen, la belleza, la palabra, nuestra felicidad y nuestras sonrisas, porque en toda sonrisa hay bondad y cortesía mezcladas con amor humano y esto hace que valor de una sonrisa no se pueda cuantificar.
Como las sonrisas tienen el mismo efecto en la gente que el sol en las flores es por lo que queremos que esta exposición os lleve a sonreír porque el arte está para alegrar la vida de aquellos que nos rodean. Nuestra mejor publicidad será conseguir una de vuestras sonrisas.
La gente más feliz no es necesariamente la que tiene lo mejor de todo sino aquellos que simplemente aprecian lo que encuentran en su camino y esto lo conseguiremos teniendo confianza en nosotros mismos y plantando cara a los momentos difíciles y sobre todo no parando nunca de sonreír aunque estemos tristes porque no sabemos quien pude enamorarse de nuestra sonrisa.
Todo esto es lo que pretende conseguir el Colectivo Conileño de Artistas con esta exposición mucha risa y por añadidura mucho amor. Disfruta viendo, déjate llevar por el color, lee los versos y pinta en tu cara la mejor de las sonrisas y mejorarás tu existencia y la de quienes te rodean.
Piensa además que otra cultura es posible y que tú puedes hacerla con tu arte, con ese que llevas dentro y que debes sacar para que los demás lo vean. Porque en el Colectivo cada uno aportamos nuestro arte. Unas veces son palabras, otras música, otras lienzos. Con todas ellas logramos un espectáculo para que quien lo contempla goce con su contemplación y sonría. Tú también harás arte dentro de un colectivo o solo porque otra cultura es posible. Siéntete cultura y serás más libre.
¡¡Apoya la cultura!! ¡¡Otra cultura es posible!!
JOSÉ LUIS RUBIO
16 DE JULIO DE 2010
Buenas noches, amigos de Benalup. Preso del Color vuelve a vuestro pueblo después de diez años y vuelve, con una exposición única ya que en ella participan artistas de muchos pueblos de nuestra provincia. Vuelve con una exposición de cuadros, con los que el Colectivo Conileño de Artistas quiere arrancaros una amplia sonrisa.
Queremos que además del color os atrapen, la belleza, la palabra, nuestra felicidad y nuestras sonrisas, porque en toda sonrisa hay bondad y cortesía mezcladas con amor humano y esto hace que valor de una sonrisa no se pueda cuantificar.
Como las sonrisas tienen el mismo efecto en la gente que el sol en las flores es por lo que queremos que esta exposición os lleve a sonreír porque el arte está para alegrar la vida de aquellos que nos rodean. Nuestra mejor publicidad será conseguir una de vuestras sonrisas.
La gente más feliz no es necesariamente la que tiene lo mejor de todo sino aquellos que simplemente aprecian lo que encuentran en su camino y esto lo conseguiremos teniendo confianza en nosotros mismos y plantando cara a los momentos difíciles y sobre todo no parando nunca de sonreír aunque estemos tristes porque no sabemos quien pude enamorarse de nuestra sonrisa.
Todo esto es lo que pretende conseguir el Colectivo Conileño de Artistas con esta exposición mucha risa y por añadidura mucho amor. Disfruta viendo, déjate llevar por el color, lee los versos y pinta en tu cara la mejor de las sonrisas y mejorarás tu existencia y la de quienes te rodean.
Piensa además que otra cultura es posible y que tú puedes hacerla con tu arte, con ese que llevas dentro y que debes sacar para que los demás lo vean. Porque en el Colectivo cada uno aportamos nuestro arte. Unas veces son palabras, otras música, otras lienzos. Con todas ellas logramos un espectáculo para que quien lo contempla goce con su contemplación y sonría. Tú también harás arte dentro de un colectivo o solo porque otra cultura es posible. Siéntete cultura y serás más libre.
¡¡Apoya la cultura!! ¡¡Otra cultura es posible!!
JOSÉ LUIS RUBIO
miércoles, 14 de julio de 2010
LUNA LLENA
La luna llena me engañó
dejó que pensara que yo era
el único espejo donde su
belleza se podía reflejar.
¡Me engatusaste, no pude
resistirme a tu influjo!
Te recreaste en el espejo
de mis aguas.
Coqueteaste con los peces en
las corrientes de mis entrañas.
Me enamoraste con tu belleza.
Me embrujaste con tu misterio.
Me envolviste con tu encanto.
Te besaste con mis olas.
Y ahora me abandonas.
¡Ingrata luna llena!
¿Dónde está la más coqueta
del cielo. La que me atrapó
con su mirada, la que se
meció en mis olas de plata,
la que aquella noche
sigilosa y recelosa bañó su cara?
¡Quiero que vuelvas mi luna llena!
¡Anda, vente, vente a bañarte
Cuando quieras!
CARMEN PÉREZ MARTEL
Luna llena
Bajo la negrura espesa del cielo de una noche sin piedad
Camino despacio, sorteando mi suerte de no partirme algo
El sendero de este amplio campo queda en la sombra
El aire vibra de murmullos y cuchicheos, sonidos, eterna naturaleza.
Levanto la cabeza y vislumbro el más allá, lejos tan lejos
Diminutas perlas brillantes componen este cuadro de un pintor desconocido
Y, emperadora soberana de todos los cielos, brilla la luna, La Luna llena
Me parece risueña, me parece altanera, me parece pura belleza.
Mi voz gorgojea algunas palabras sin sabor, tengo tanto en mente
Se me corta el aliento y se me quiebra el pensamiento
Me deslizo hasta la madre tierra en una larga caída
Mi espalda se moldea como puede, descanso, luna brillante, Luna llena.
Miro y remiro sin cesar la redonda bola de fuego tan paciente, tan clara
Todo a mi alrededor trina con decoro, vida vivaz, impulsos, ensueños
Un suspiro brota de mis labios y mis ojos parpadean en una incierta sonrisa
En mi corazón herido surge un atisbo inseguro, me aferro a él, anhelo.
Luna candente, Luna llena, noche clara, noche de todos los sueños
Caigo rendida en tu mirada ciega, pienso en todo y en nada,
Cuando siento mi mente vagar por fin en tu cielo.
Luna llena, Luna madre, hacia ti vuela mi deseo: Luna llena, quiero ser feliz.
Virginia López -Estepona-
Luna de queso
Fatal ironía para los pobres
Luna de plata
Fatal ironía para los avaros
Luna romántica
Fatal ironía para los desamorados
¿Dime luna?
¿Qué hay de tu otro lado?
¿Una lágrima, una sonrisa?
¿O tus ojos, por el sol?
Encandilados.
Pedro Mirigliano
LA LUNA LLENA
Tiene La luna, La Luna llena
luces de plata de miel y canela.
Y en su face más hermosa el lobo
aúlla, los amantes sueñan.
Tiene La Luna, Lunita llena
amores escondidos en Mar y Tierra
y desde mi ventana la miro y sueño
ovejitas mansas piel de cordero
que La Luna se enoja si no la quiero.
¡Ay Lunita, Lunita bella!
Haz que mi amante llegue a mi reja
y me cante sonrisas
y me cante leyendas.
Dulces amores de Luna Llena.
ROSA ORDÓÑEZ -Estepona-
SE TE CONGELARÁ LA LUNA
Y la sangre no correrá por tus venas
porque mi pecho no se agita a tu
lado
ni mi vientre palpita a tu caricia...
Si se te congelara la luna
esa que nos bañaba…
Recuerdas? en noches candentes
retozando sobre la hierba... cuando
quitando mi vestido, a mi cuerpo te
aferrabas... y en mis pechos con
besos borrabas los que tus dedos
dibujaban...
Sí, se te congelará la luna...
Cuando extiendas los brazos
y te encuentres con mi ausencia,
cuando busques mis besos y choques
con la hiedra.
Sí, se te congelará la luna...
Al buscar el olor de mi cuerpo
entre las sábanas de la que fuera
nuestra cama, y al no encontrarme te
abrazarás a la almohada
pretendiendo que es mi cuerpo
que otrora junto al tuyo cabalgara.
Sí, se te congelará la luna...
Las estrellas, la noche, y las
madrugadas, los labios, los dedos, el
sexo, la mirada, se te congelará el
corazón, y se te congelará el alma.
FE CONSUELO MARTÍNEZ-CONDE
Libertad
Tener los ojos libres quisiera
para ver la noche estrellada, la luna llena,
tener las manos libres quisiera
para acariciar las nubes, el viento,
el horizonte, el firmamento,
quisiera tener libre el corazón
para sentir el amor y la pasión,
el fluir de la sangre
que congelada corre por mis venas,
para sentir el amor y
no vivir esta pena.
María del Pilar Redondo López
dejó que pensara que yo era
el único espejo donde su
belleza se podía reflejar.
¡Me engatusaste, no pude
resistirme a tu influjo!
Te recreaste en el espejo
de mis aguas.
Coqueteaste con los peces en
las corrientes de mis entrañas.
Me enamoraste con tu belleza.
Me embrujaste con tu misterio.
Me envolviste con tu encanto.
Te besaste con mis olas.
Y ahora me abandonas.
¡Ingrata luna llena!
¿Dónde está la más coqueta
del cielo. La que me atrapó
con su mirada, la que se
meció en mis olas de plata,
la que aquella noche
sigilosa y recelosa bañó su cara?
¡Quiero que vuelvas mi luna llena!
¡Anda, vente, vente a bañarte
Cuando quieras!
CARMEN PÉREZ MARTEL
Luna llena
Bajo la negrura espesa del cielo de una noche sin piedad
Camino despacio, sorteando mi suerte de no partirme algo
El sendero de este amplio campo queda en la sombra
El aire vibra de murmullos y cuchicheos, sonidos, eterna naturaleza.
Levanto la cabeza y vislumbro el más allá, lejos tan lejos
Diminutas perlas brillantes componen este cuadro de un pintor desconocido
Y, emperadora soberana de todos los cielos, brilla la luna, La Luna llena
Me parece risueña, me parece altanera, me parece pura belleza.
Mi voz gorgojea algunas palabras sin sabor, tengo tanto en mente
Se me corta el aliento y se me quiebra el pensamiento
Me deslizo hasta la madre tierra en una larga caída
Mi espalda se moldea como puede, descanso, luna brillante, Luna llena.
Miro y remiro sin cesar la redonda bola de fuego tan paciente, tan clara
Todo a mi alrededor trina con decoro, vida vivaz, impulsos, ensueños
Un suspiro brota de mis labios y mis ojos parpadean en una incierta sonrisa
En mi corazón herido surge un atisbo inseguro, me aferro a él, anhelo.
Luna candente, Luna llena, noche clara, noche de todos los sueños
Caigo rendida en tu mirada ciega, pienso en todo y en nada,
Cuando siento mi mente vagar por fin en tu cielo.
Luna llena, Luna madre, hacia ti vuela mi deseo: Luna llena, quiero ser feliz.
Virginia López -Estepona-
Luna de queso
Fatal ironía para los pobres
Luna de plata
Fatal ironía para los avaros
Luna romántica
Fatal ironía para los desamorados
¿Dime luna?
¿Qué hay de tu otro lado?
¿Una lágrima, una sonrisa?
¿O tus ojos, por el sol?
Encandilados.
Pedro Mirigliano
LA LUNA LLENA
Tiene La luna, La Luna llena
luces de plata de miel y canela.
Y en su face más hermosa el lobo
aúlla, los amantes sueñan.
Tiene La Luna, Lunita llena
amores escondidos en Mar y Tierra
y desde mi ventana la miro y sueño
ovejitas mansas piel de cordero
que La Luna se enoja si no la quiero.
¡Ay Lunita, Lunita bella!
Haz que mi amante llegue a mi reja
y me cante sonrisas
y me cante leyendas.
Dulces amores de Luna Llena.
ROSA ORDÓÑEZ -Estepona-
SE TE CONGELARÁ LA LUNA
Y la sangre no correrá por tus venas
porque mi pecho no se agita a tu
lado
ni mi vientre palpita a tu caricia...
Si se te congelara la luna
esa que nos bañaba…
Recuerdas? en noches candentes
retozando sobre la hierba... cuando
quitando mi vestido, a mi cuerpo te
aferrabas... y en mis pechos con
besos borrabas los que tus dedos
dibujaban...
Sí, se te congelará la luna...
Cuando extiendas los brazos
y te encuentres con mi ausencia,
cuando busques mis besos y choques
con la hiedra.
Sí, se te congelará la luna...
Al buscar el olor de mi cuerpo
entre las sábanas de la que fuera
nuestra cama, y al no encontrarme te
abrazarás a la almohada
pretendiendo que es mi cuerpo
que otrora junto al tuyo cabalgara.
Sí, se te congelará la luna...
Las estrellas, la noche, y las
madrugadas, los labios, los dedos, el
sexo, la mirada, se te congelará el
corazón, y se te congelará el alma.
FE CONSUELO MARTÍNEZ-CONDE
Libertad
Tener los ojos libres quisiera
para ver la noche estrellada, la luna llena,
tener las manos libres quisiera
para acariciar las nubes, el viento,
el horizonte, el firmamento,
quisiera tener libre el corazón
para sentir el amor y la pasión,
el fluir de la sangre
que congelada corre por mis venas,
para sentir el amor y
no vivir esta pena.
María del Pilar Redondo López
domingo, 11 de julio de 2010
LUNA LLENA
Este poema se repite porque el autor ha introducido en él varios cambios.
Todo: Artemisa.
Todo se ha dicho de ti,
fuente de poesía fuiste,
y eres,
mas nada sé yo de ti
que no sepa nadie,
mi ilusión
saber lo que de ti, nadie sabe,
y tener un secreto a dos; tú y yo.
Te miraré fijamente,
mientras estrellas apagas
con tu luz,
luz que te envía Apolo
que nació después que tú,
hijos de Zeus y de Leto
que fuisteis; gemelos.
Azarosa vida tienes,
mujer de dos caras
sales y entras, entras y sales
de perfil, de frente y en diferentes posturas,
mas tu cara oculta, siempre ocultas,
hasta cuando estás llena
del reflejo del espejo
que tú eres,
pues sólo un espejo eres,
espejo que proyecta luz
luz de espejo sin luz,
y que pudiera ser fuese
sobre el estanque
en el que Narciso se mirase,
una noche que estuvieses
porque el Sol te iluminara,
como siempre te ilumina…
…y que sin él, tú,
no eres nada,
pues lo que no se ve,
es nada,
espejo es cuando se tiene luz,
y sin luz un espejo, no es nada.
Apolo se mira en ti,
que eres reflejo de espejo
de imágenes que son luz,
espejo en el que él, mirarse quisiera
y mira,
por ver de reconocerse
junto a su hermana gemela
que tú eres, y cuando te ve,
se ve en el espejo que eres;
él, es tan bello como Narciso o quizá más,
pues Apolo es el más bello galán
que nunca hubo ni habrá
ni que su resplandor tenga; Sol;
como tú, dulce y melancólica Luna
que su imagen eres
pues el reflejo es su luz
y belleza tienes tú, gemela de Apolo.
Paradoja, de los dioses del Olimpo,
dioses, mitad hombres
y hombres, mitad dioses,
de pasiones y locuras,
y sabiduría llenos:
Un hermano es luz; vida,
y su hermana oscuridad; muerte,
y entre los dos,
las dos caras del hombre,
como las dos caras que tú tienes; Luna
La Tierra, en medio está
entre Apolo y tú,
cuando tú llena de luz eres,
y que no es casualidad,
es envidia que te tiene
pretendiéndote ocultar
y lo que consigue es nada
un poco de luz reflejada
que tú le das,
a cambio de nada, y que tú
generosa, ganas; esplendor.
De mortecino color, es tu rostro; palidez,
que tu semblante refleja; muerte,
rostro que nos dejas ver,
y la cara que tú ocultas,
que quizá de muerto; vea.
Luna Llena
como espejo plateado y viejo,
lleno de reflejos viejos
que en tus cráteres reflejan
como marcas de viruelas,
donde las memorias guardas
de los hombres que vivieran
con nostalgia o alegría
mientra a ti te miraban
levantando sus cabezas; Luna Llena.
Julio Guzmán Sanchis
Poema a la luna llena
Bajo el espectáculo de tu luz, me hallo
como en un sueño, quedo fascinada
no hay noche mas hermosa ni misterio
en tu áurea, el mundo se transforma
eres y no eres de aquí o de allá
por encima o por debajo de ese punto.
Eres la codicia, de la dicha conseguida
la felicidad plena que se encuentra,
sumida en el ademán, de tus fulgores.
Es lo oscuro casándose con la luz
y en medio yo, en un gozo infinito
Pues para saber que existe Dios,
Dios creó la luna llena, puro hechizo
a quien cantó desde siempre, los poetas
embadurnada con polvos de estrellas.
¿Quien no amó o besó desesperada,
como el amor calma al desespero?
¿Quien no sintió que la vida grita,
se agita y se acrecienta en luna llena?
-como la leyenda del hombre lobo-
El mal y el bien incontenidos,
que acompasados se enfrentan solos
Y brota de ese encuentro un quejido
de placeres celestiales en el hado.
RITA VELÁZQUEZ –La Línea-
LUNA LLENA
Al amanecer,
El olor de las aves,
El olor de las nubes.
Y una luna blanca y serena,
Como el plácido vuelo de una gaviota.
La luna,
Planta en mi lecho su crujiente soledad.
Bebe de mi vino.
Acaricia la piel de mis recuerdos.
Moja las sábanas de mis anhelos.
Prende fuego a mis fantasías.
Cumplida su misión
Lenta y sensual,
Por las cortinas de mi habitación,
Regresa a su crepúsculo rojizo.
Al salir ha dejado
La ventana entreabierta.
Suspendida en el cielo
Parece no recordar
Que estuvo en mi piel.
Entonces le lanzo una flecha.
Sonríe y a su vez me envía
Unos versos escritos en papel nube:
Si piensas regresar a Itaca,
Atesora tus fantasías
En la soledad de tus silencios.
Rafael Escobar G. (Poema inédito)/strong>
LA LUNA
No me canso de mirar esa luna llena
Redonda y clara en medio de la noche oscura.
Tanto la he contemplado que huelo sus aromas.
La veo venir y con las yemas de mis dedos
Rozo la sombra de sus fantasías.
Siento una profunda emoción,
Parece que su belleza me invadiera.
Por las orillas de mis sueños
Derramo todo el vino de mis cantos.
Redonda y clara viene viajando hacia la tierra;
En el tejado de una casa
Reposa su inmensa figura.
No quiere estar sola en esta bella noche.
Rafael Escobar G (Del libro: Las voces del vino)
PLENILUNIO
Ramón Luque Sánchez
La noche está sedada de silencios,
vestida de preguntas,
de incienso perfumada.
Hay ojos que la observan
desde lejos del tiempo y de la aurora.
Danzan hombres de humo
llamando a la conciencia primigenia,
sus sombras se proyectan
más allá de la luz y sus recelos,
buscan echar raíces
en la sagrada madre que es la tierra.
En ella se diluyen,
en ella son plegaria
mientras la luna llena
-un fantasma burlón de sangre y plata-
se remira en sus sueños y los roba.
Y una voz, como daga,
quiere besar su brillo,
yacer con ella.
Mil soles, una luna
Manuel Cortés Blanco. Médico y escritor.
Cuento incluido en su libro “Cartas para un país sin magia” (Ediciones Irreverentes).
Hubo un tiempo en el que la Tierra tenía miles de soles.
El cielo está repleto y pese a la hermosura del paisaje, la vida se torna inaccesible. Por un lado, nuestro planeta anda perdido tratando de cuadrar tanto movimiento de traslación; por otro, esos rayos azotan su superficie convirtiendo en secarrales el menor atisbo de mar.
Además, la luz no se toma un segundo de respiro. Al igual que en los mapas de verano, siempre luce algún sol.
Dios se percató de tal circunstancia, decidiendo crear la noche. Con ella los soles descansarían y la Tierra quedaría aliviada de tanto y tanto calor.
Para que su oscuridad no fuese prominente, decidió pintarle una luna.
Y así nuestro mundo comenzó a caminar. La mitad del tiempo para el día con sus mil soles; la otra mitad para la noche, con su luna.
Los primeros eran muy simples. Despiertan con el alba, repiten de este a oeste su recorrido y se acuestan al atardecer. ¡Pura monotonía!; lo mismo cada veinticuatro horas. Para qué cambiar, si nada va a cambiar.
La Luna, por el contrario, luce más sofisticada. Cada noche despunta con un nuevo atuendo. Mesa los cabellos, almidona la blusa, pone carmín en sus labios. Le gusta sentirse viva, saberse cambiante.
Una tarde, poco antes de anochecer, esa Luna asoma en la distancia. Los soles todavía no se han acostado. La ven y quedan ensimismados por su hermosura. ¡Qué belleza!
Tratarán de enamorarla. Pero así, siendo tantos, no podrá prestarnos ninguna atención. De modo que acuerdan un pacto de caballeros: cada amanecer saldrá sólo uno de ellos para dar luz a la Tierra, intentando conquistarla en ese objetivo. Uno, y otro, y otro... hasta que aquella esfera que preside la noche se rinda al encanto de alguno.
Por eso, aunque todas las mañanas el Sol asoma igual, resulta siempre distinto. El de hoy no es el de ayer ni tampoco el de mañana, si bien en apariencia se vean tan similares. Cada madrugada amanece uno nuevo.
Sin embargo, con la Luna ocurre lo contrario. Cada noche se muestra diferente, mas es siempre ella, la misma. Cada atardecer florece de una manera, en uno de sus ciclos. La de hoy fue la de ayer y será la de mañana, aunque no lo parezca. Unas veces crece, otras decrece, se muestra en plenitud o se esconde tras el horizonte.
Mil Soles en busca de una Luna.
Suena a juego de magia.
Noche de Luna
La luna es requerida, en la misma noche para tres misiones distintas
¿Qué puede hacer?
Luna,
Que iluminas la noche de San Juan,
Que abrillantas los guijarros del camino,
las piedras de la fuente de la plaza,
y el viejo campanario
¡Por favor!
Escóndete un ratito detrás aquella nube,
deja un trozo de sombra al final de sendero,
allí, junto al laurel.
Mira que lo que tengo que decirle a mi moza,
se oye mejor a oscuras.
¡Luna!
¿Qué haces ahí acostada detrás de aquella nube?
¡Levántate!
¡Enciéndete deprisa!
¿No ves que se nos cuela en grandes fardos negros,
la blanca muerte, allá por la escollera?
Pídele prestados al sol de justicia,
algunos de sus rayos,
Que en todo el ancho mundo
no haya un rincón en sombra
donde encuentren refugio,
los mercaderes de la muerte blanca
¡Abre tus cuchillos, luna!
¡Acaba con la noche!
¡Échala de la playa!
¿No ves que se nos cuela,
allá por la escollera
la muerte blanca?
Luna de cobre,
Parapetada tras el vientre seco de la loma
No salgas todavía.
Espera
Deja reinar, un poco más, la oscuridad en la playa
Ellos llegan cansados,
ansiosos, asustados
Concédeles una tregua,
dales tiempo.
para que puedan perderse por los recovecos del mundo
y luchar por el sueño imposible que los trajo hasta aquí,
por el que han aceptado pagar tan alto precio.
A veces el más alto,
el de la vida.
Pilar Galindo Salmerón
Romancillo a: LA LUNA LLENA
Es la Luna llena
la que desde el cielo,
despide fulgores
y enciende luceros.
Es la Luna llena
quien con sus destellos,
hace que los seres
nos enamoremos
bajo los dulzores
de luces y sueños…
Y es su resplandor
tan límpido y bello,
que hasta las estrellas
duermen en su lecho,
porque ella, inquietante,
muestra sus desvelos
de alumbrar al orbe,
a la mar y al viento.
Por ello, la Dama
de Noche, es: ensueño
de los que navegan
en blancos veleros,
y los que prometen
amores eternos.
Y al llegar el alba,
esconde los ecos
de los que se amaron
susurrando versos,
llenándose el aire
de arrullos y besos…
Pilar Mateo García
Todo: Artemisa.
Todo se ha dicho de ti,
fuente de poesía fuiste,
y eres,
mas nada sé yo de ti
que no sepa nadie,
mi ilusión
saber lo que de ti, nadie sabe,
y tener un secreto a dos; tú y yo.
Te miraré fijamente,
mientras estrellas apagas
con tu luz,
luz que te envía Apolo
que nació después que tú,
hijos de Zeus y de Leto
que fuisteis; gemelos.
Azarosa vida tienes,
mujer de dos caras
sales y entras, entras y sales
de perfil, de frente y en diferentes posturas,
mas tu cara oculta, siempre ocultas,
hasta cuando estás llena
del reflejo del espejo
que tú eres,
pues sólo un espejo eres,
espejo que proyecta luz
luz de espejo sin luz,
y que pudiera ser fuese
sobre el estanque
en el que Narciso se mirase,
una noche que estuvieses
porque el Sol te iluminara,
como siempre te ilumina…
…y que sin él, tú,
no eres nada,
pues lo que no se ve,
es nada,
espejo es cuando se tiene luz,
y sin luz un espejo, no es nada.
Apolo se mira en ti,
que eres reflejo de espejo
de imágenes que son luz,
espejo en el que él, mirarse quisiera
y mira,
por ver de reconocerse
junto a su hermana gemela
que tú eres, y cuando te ve,
se ve en el espejo que eres;
él, es tan bello como Narciso o quizá más,
pues Apolo es el más bello galán
que nunca hubo ni habrá
ni que su resplandor tenga; Sol;
como tú, dulce y melancólica Luna
que su imagen eres
pues el reflejo es su luz
y belleza tienes tú, gemela de Apolo.
Paradoja, de los dioses del Olimpo,
dioses, mitad hombres
y hombres, mitad dioses,
de pasiones y locuras,
y sabiduría llenos:
Un hermano es luz; vida,
y su hermana oscuridad; muerte,
y entre los dos,
las dos caras del hombre,
como las dos caras que tú tienes; Luna
La Tierra, en medio está
entre Apolo y tú,
cuando tú llena de luz eres,
y que no es casualidad,
es envidia que te tiene
pretendiéndote ocultar
y lo que consigue es nada
un poco de luz reflejada
que tú le das,
a cambio de nada, y que tú
generosa, ganas; esplendor.
De mortecino color, es tu rostro; palidez,
que tu semblante refleja; muerte,
rostro que nos dejas ver,
y la cara que tú ocultas,
que quizá de muerto; vea.
Luna Llena
como espejo plateado y viejo,
lleno de reflejos viejos
que en tus cráteres reflejan
como marcas de viruelas,
donde las memorias guardas
de los hombres que vivieran
con nostalgia o alegría
mientra a ti te miraban
levantando sus cabezas; Luna Llena.
Julio Guzmán Sanchis
Poema a la luna llena
Bajo el espectáculo de tu luz, me hallo
como en un sueño, quedo fascinada
no hay noche mas hermosa ni misterio
en tu áurea, el mundo se transforma
eres y no eres de aquí o de allá
por encima o por debajo de ese punto.
Eres la codicia, de la dicha conseguida
la felicidad plena que se encuentra,
sumida en el ademán, de tus fulgores.
Es lo oscuro casándose con la luz
y en medio yo, en un gozo infinito
Pues para saber que existe Dios,
Dios creó la luna llena, puro hechizo
a quien cantó desde siempre, los poetas
embadurnada con polvos de estrellas.
¿Quien no amó o besó desesperada,
como el amor calma al desespero?
¿Quien no sintió que la vida grita,
se agita y se acrecienta en luna llena?
-como la leyenda del hombre lobo-
El mal y el bien incontenidos,
que acompasados se enfrentan solos
Y brota de ese encuentro un quejido
de placeres celestiales en el hado.
RITA VELÁZQUEZ –La Línea-
LUNA LLENA
Al amanecer,
El olor de las aves,
El olor de las nubes.
Y una luna blanca y serena,
Como el plácido vuelo de una gaviota.
La luna,
Planta en mi lecho su crujiente soledad.
Bebe de mi vino.
Acaricia la piel de mis recuerdos.
Moja las sábanas de mis anhelos.
Prende fuego a mis fantasías.
Cumplida su misión
Lenta y sensual,
Por las cortinas de mi habitación,
Regresa a su crepúsculo rojizo.
Al salir ha dejado
La ventana entreabierta.
Suspendida en el cielo
Parece no recordar
Que estuvo en mi piel.
Entonces le lanzo una flecha.
Sonríe y a su vez me envía
Unos versos escritos en papel nube:
Si piensas regresar a Itaca,
Atesora tus fantasías
En la soledad de tus silencios.
Rafael Escobar G. (Poema inédito)/strong>
LA LUNA
No me canso de mirar esa luna llena
Redonda y clara en medio de la noche oscura.
Tanto la he contemplado que huelo sus aromas.
La veo venir y con las yemas de mis dedos
Rozo la sombra de sus fantasías.
Siento una profunda emoción,
Parece que su belleza me invadiera.
Por las orillas de mis sueños
Derramo todo el vino de mis cantos.
Redonda y clara viene viajando hacia la tierra;
En el tejado de una casa
Reposa su inmensa figura.
No quiere estar sola en esta bella noche.
Rafael Escobar G (Del libro: Las voces del vino)
PLENILUNIO
Ramón Luque Sánchez
La noche está sedada de silencios,
vestida de preguntas,
de incienso perfumada.
Hay ojos que la observan
desde lejos del tiempo y de la aurora.
Danzan hombres de humo
llamando a la conciencia primigenia,
sus sombras se proyectan
más allá de la luz y sus recelos,
buscan echar raíces
en la sagrada madre que es la tierra.
En ella se diluyen,
en ella son plegaria
mientras la luna llena
-un fantasma burlón de sangre y plata-
se remira en sus sueños y los roba.
Y una voz, como daga,
quiere besar su brillo,
yacer con ella.
Mil soles, una luna
Manuel Cortés Blanco. Médico y escritor.
Cuento incluido en su libro “Cartas para un país sin magia” (Ediciones Irreverentes).
Hubo un tiempo en el que la Tierra tenía miles de soles.
El cielo está repleto y pese a la hermosura del paisaje, la vida se torna inaccesible. Por un lado, nuestro planeta anda perdido tratando de cuadrar tanto movimiento de traslación; por otro, esos rayos azotan su superficie convirtiendo en secarrales el menor atisbo de mar.
Además, la luz no se toma un segundo de respiro. Al igual que en los mapas de verano, siempre luce algún sol.
Dios se percató de tal circunstancia, decidiendo crear la noche. Con ella los soles descansarían y la Tierra quedaría aliviada de tanto y tanto calor.
Para que su oscuridad no fuese prominente, decidió pintarle una luna.
Y así nuestro mundo comenzó a caminar. La mitad del tiempo para el día con sus mil soles; la otra mitad para la noche, con su luna.
Los primeros eran muy simples. Despiertan con el alba, repiten de este a oeste su recorrido y se acuestan al atardecer. ¡Pura monotonía!; lo mismo cada veinticuatro horas. Para qué cambiar, si nada va a cambiar.
La Luna, por el contrario, luce más sofisticada. Cada noche despunta con un nuevo atuendo. Mesa los cabellos, almidona la blusa, pone carmín en sus labios. Le gusta sentirse viva, saberse cambiante.
Una tarde, poco antes de anochecer, esa Luna asoma en la distancia. Los soles todavía no se han acostado. La ven y quedan ensimismados por su hermosura. ¡Qué belleza!
Tratarán de enamorarla. Pero así, siendo tantos, no podrá prestarnos ninguna atención. De modo que acuerdan un pacto de caballeros: cada amanecer saldrá sólo uno de ellos para dar luz a la Tierra, intentando conquistarla en ese objetivo. Uno, y otro, y otro... hasta que aquella esfera que preside la noche se rinda al encanto de alguno.
Por eso, aunque todas las mañanas el Sol asoma igual, resulta siempre distinto. El de hoy no es el de ayer ni tampoco el de mañana, si bien en apariencia se vean tan similares. Cada madrugada amanece uno nuevo.
Sin embargo, con la Luna ocurre lo contrario. Cada noche se muestra diferente, mas es siempre ella, la misma. Cada atardecer florece de una manera, en uno de sus ciclos. La de hoy fue la de ayer y será la de mañana, aunque no lo parezca. Unas veces crece, otras decrece, se muestra en plenitud o se esconde tras el horizonte.
Mil Soles en busca de una Luna.
Suena a juego de magia.
Noche de Luna
La luna es requerida, en la misma noche para tres misiones distintas
¿Qué puede hacer?
Luna,
Que iluminas la noche de San Juan,
Que abrillantas los guijarros del camino,
las piedras de la fuente de la plaza,
y el viejo campanario
¡Por favor!
Escóndete un ratito detrás aquella nube,
deja un trozo de sombra al final de sendero,
allí, junto al laurel.
Mira que lo que tengo que decirle a mi moza,
se oye mejor a oscuras.
¡Luna!
¿Qué haces ahí acostada detrás de aquella nube?
¡Levántate!
¡Enciéndete deprisa!
¿No ves que se nos cuela en grandes fardos negros,
la blanca muerte, allá por la escollera?
Pídele prestados al sol de justicia,
algunos de sus rayos,
Que en todo el ancho mundo
no haya un rincón en sombra
donde encuentren refugio,
los mercaderes de la muerte blanca
¡Abre tus cuchillos, luna!
¡Acaba con la noche!
¡Échala de la playa!
¿No ves que se nos cuela,
allá por la escollera
la muerte blanca?
Luna de cobre,
Parapetada tras el vientre seco de la loma
No salgas todavía.
Espera
Deja reinar, un poco más, la oscuridad en la playa
Ellos llegan cansados,
ansiosos, asustados
Concédeles una tregua,
dales tiempo.
para que puedan perderse por los recovecos del mundo
y luchar por el sueño imposible que los trajo hasta aquí,
por el que han aceptado pagar tan alto precio.
A veces el más alto,
el de la vida.
Pilar Galindo Salmerón
Romancillo a: LA LUNA LLENA
Es la Luna llena
la que desde el cielo,
despide fulgores
y enciende luceros.
Es la Luna llena
quien con sus destellos,
hace que los seres
nos enamoremos
bajo los dulzores
de luces y sueños…
Y es su resplandor
tan límpido y bello,
que hasta las estrellas
duermen en su lecho,
porque ella, inquietante,
muestra sus desvelos
de alumbrar al orbe,
a la mar y al viento.
Por ello, la Dama
de Noche, es: ensueño
de los que navegan
en blancos veleros,
y los que prometen
amores eternos.
Y al llegar el alba,
esconde los ecos
de los que se amaron
susurrando versos,
llenándose el aire
de arrullos y besos…
Pilar Mateo García
domingo, 4 de julio de 2010
LUNA LLENA
Todo: Artemisa.
Todo, se ha dicho de ti
fuente de poesía fuiste
y eres, mas nada sé yo de ti
que no sepa nadie,
mi ilusión,
saber lo que nadie de ti sabe,
tener un secreto a dos; tú y yo.
Te miraré fijamente,
mientras estrellas apagas
con tu luz,
luz que te envía Apolo
que nació después que tú.
Azarosa vida tienes,
mujer de dos caras
sales y entras, entras y sales
de perfil, de frente y en diferentes posturas,
mas tu cara oculta siempre ocultas,
hasta cuando estas llena
del reflejo del espejo
que tú eres,
pues sólo un espejo eres
espejo que proyecta su luz
luz de espejo sin luz,
sobre un estanque
en el que se miró Narciso,
una noche que tú estabas
porque el Sol te iluminaba
y sin él, tú no eras nada,
pues lo que no se ve es nada,
espejo es, cuando se tiene luz,
y sin luz, un espejo no es nada.
Apolo se mira en ti,
que eres reflejo de espejo
espejo en el que él mirarse
por ver de reconocerse
junto a su hermana gemela
que tu eres, y cuando te ve,
se ve en el espejo que tú eres
es tan bello como Narciso o quizá más,
pues Apolo es el más bello galán
que nunca hubo ni habrá
como tú que su imagen eres
pues el reflejo es su luz
y belleza eres tú, gemela de Apolo.
Paradojas de los dioses,
un hermano es la luz; vida,
y su hermana la oscuridad; muerte,
y entre los dos; hombre.
La Tierra en medio está
entre Apolo y tú,
cuando tú llena de luz eres,
y que no es casualidad
es envidia que te tiene
pretendiéndote ocultar,
y lo que consigue es nada
un poco de luz reflejada que tú le das,
a cambio de nada.
Rostro mortecino es tu color; palidez,
que en tu semblante refleja; muerte,
Luna Llena
como espejo plateado y viejo;
de tanto como vio.
Autor: Julio Guzmán Sanchis.
Luna
P
Por una calle lo vi
pasar como un espectro
con una voz extraña diciendo:
"Dime que no estoy muerto
despiadada luna
que en esta dura noche
alumbran las estrellas a mis ojos.
Quedarme yo quisiera
a mirar por los pasillos
la indescifrable noche.
Rudo despertar das para mis ojos,
Imagen que de la oscuridad te acercas,
como un ocaso
que huyendo aleja las sombras a los mares.
Mas estos ojos
buscando van en las tinieblas
unos dulces ojos
que de las tinieblas los aleje.
Qué ha de ser sino esta palabra;
que con dolor ya nos oculta,
la noche, la sombra desnutrida.
No es sólo mi nombre
lo que en la penumbra pena,
son más las voces
que desgraciados
soportar en su alma ya no pueden,
son los niños
que abandonados fueron
en el vientre de la noche.
Son los muertos
que en el inferno habitan;
son también los hombres
que mirar no quieren lo que miran.
Dime, complicada luna,
Si esperar mi ojos deben,
la luz que otros ojos deben
traer para consolar,
los pasos que dando voy por este mundo"
Lo vi, con voz cansada,
por un sagrado valle alejarse
mirando la sombra que en la noche lo seguía.
Vi que de sus ojos,
palabras brotaban,
como lágrimas, y brillan
con el reflejo que de la luna llegaba
PORFIRIO MAMANI MACEDO –París-
A LA LUNA
Altiva y blanca Luna
hoy desmitificada
y antaño misteriosa y tan lejana…
Selene, vieja amiga
cantada por los siglos
y eterna centinela de caminos.
Gris desierto que brilla
sobre el negro profundo del abismo.
Pobre piel arrugada
que ya no se embelesa
en escuchar la voz de los poetas:
ya las plumas no cantan
tibias noches de amor en primavera.
Tú, Luna de mis sueños
hermosos de muchacha,
que besaste el calor de mi ventana,
tú, reina del misterio,
señora del Olimpo desterrada.
Isis, errante esposa del fuego de la vida,
condenada a vagar por las esquinas
del sueño y de la aurora
y camino de estelas que agonizan.
Sobre tu suelo nada
feliz se despereza
al filo de la luz entre la fresca,
dulce y vigorizante voz del alba.
Nada palpita en tus entrañas muertas.
Miras, paciente y muda
-¡Oh, gélida princesa
expulsada del tren de los planetas!-
la Tierra que procura
seguir inexorable tu carrera.
Síguenos contemplando,
esfera sin misterio,
tópica Luna típica, en silencio,
lanzarnos al ocaso
y ser en tu mirada fiel espejo.
M. Carmen Guzmán
Todo, se ha dicho de ti
fuente de poesía fuiste
y eres, mas nada sé yo de ti
que no sepa nadie,
mi ilusión,
saber lo que nadie de ti sabe,
tener un secreto a dos; tú y yo.
Te miraré fijamente,
mientras estrellas apagas
con tu luz,
luz que te envía Apolo
que nació después que tú.
Azarosa vida tienes,
mujer de dos caras
sales y entras, entras y sales
de perfil, de frente y en diferentes posturas,
mas tu cara oculta siempre ocultas,
hasta cuando estas llena
del reflejo del espejo
que tú eres,
pues sólo un espejo eres
espejo que proyecta su luz
luz de espejo sin luz,
sobre un estanque
en el que se miró Narciso,
una noche que tú estabas
porque el Sol te iluminaba
y sin él, tú no eras nada,
pues lo que no se ve es nada,
espejo es, cuando se tiene luz,
y sin luz, un espejo no es nada.
Apolo se mira en ti,
que eres reflejo de espejo
espejo en el que él mirarse
por ver de reconocerse
junto a su hermana gemela
que tu eres, y cuando te ve,
se ve en el espejo que tú eres
es tan bello como Narciso o quizá más,
pues Apolo es el más bello galán
que nunca hubo ni habrá
como tú que su imagen eres
pues el reflejo es su luz
y belleza eres tú, gemela de Apolo.
Paradojas de los dioses,
un hermano es la luz; vida,
y su hermana la oscuridad; muerte,
y entre los dos; hombre.
La Tierra en medio está
entre Apolo y tú,
cuando tú llena de luz eres,
y que no es casualidad
es envidia que te tiene
pretendiéndote ocultar,
y lo que consigue es nada
un poco de luz reflejada que tú le das,
a cambio de nada.
Rostro mortecino es tu color; palidez,
que en tu semblante refleja; muerte,
Luna Llena
como espejo plateado y viejo;
de tanto como vio.
Autor: Julio Guzmán Sanchis.
Luna
P
Por una calle lo vi
pasar como un espectro
con una voz extraña diciendo:
"Dime que no estoy muerto
despiadada luna
que en esta dura noche
alumbran las estrellas a mis ojos.
Quedarme yo quisiera
a mirar por los pasillos
la indescifrable noche.
Rudo despertar das para mis ojos,
Imagen que de la oscuridad te acercas,
como un ocaso
que huyendo aleja las sombras a los mares.
Mas estos ojos
buscando van en las tinieblas
unos dulces ojos
que de las tinieblas los aleje.
Qué ha de ser sino esta palabra;
que con dolor ya nos oculta,
la noche, la sombra desnutrida.
No es sólo mi nombre
lo que en la penumbra pena,
son más las voces
que desgraciados
soportar en su alma ya no pueden,
son los niños
que abandonados fueron
en el vientre de la noche.
Son los muertos
que en el inferno habitan;
son también los hombres
que mirar no quieren lo que miran.
Dime, complicada luna,
Si esperar mi ojos deben,
la luz que otros ojos deben
traer para consolar,
los pasos que dando voy por este mundo"
Lo vi, con voz cansada,
por un sagrado valle alejarse
mirando la sombra que en la noche lo seguía.
Vi que de sus ojos,
palabras brotaban,
como lágrimas, y brillan
con el reflejo que de la luna llegaba
PORFIRIO MAMANI MACEDO –París-
A LA LUNA
Altiva y blanca Luna
hoy desmitificada
y antaño misteriosa y tan lejana…
Selene, vieja amiga
cantada por los siglos
y eterna centinela de caminos.
Gris desierto que brilla
sobre el negro profundo del abismo.
Pobre piel arrugada
que ya no se embelesa
en escuchar la voz de los poetas:
ya las plumas no cantan
tibias noches de amor en primavera.
Tú, Luna de mis sueños
hermosos de muchacha,
que besaste el calor de mi ventana,
tú, reina del misterio,
señora del Olimpo desterrada.
Isis, errante esposa del fuego de la vida,
condenada a vagar por las esquinas
del sueño y de la aurora
y camino de estelas que agonizan.
Sobre tu suelo nada
feliz se despereza
al filo de la luz entre la fresca,
dulce y vigorizante voz del alba.
Nada palpita en tus entrañas muertas.
Miras, paciente y muda
-¡Oh, gélida princesa
expulsada del tren de los planetas!-
la Tierra que procura
seguir inexorable tu carrera.
Síguenos contemplando,
esfera sin misterio,
tópica Luna típica, en silencio,
lanzarnos al ocaso
y ser en tu mirada fiel espejo.
M. Carmen Guzmán
jueves, 1 de julio de 2010
Conferencia
CONFERENCIA SOBRE JOSÉ VELARDE
(30-Junio-2010. Patio del Ayuntamiento de Conil.)
Buenas noches.
Las raíces de un pueblo son el pasado que ha forjado el presente y que se proyecta hacia el futuro.
Queremos acercaros y acercarnos al siglo XIX, concretamente a los años de gracia de 1848 a 1892. Por aquellos años Conil era un pequeño pueblecito blanco dedicado a la labor diaria y cansada del campo y de la pesca y posiblemente poco conocido por los españoles. La enseñanza y la cultura estaban al alcance de muy pocos de sus habitantes. Sólo las familias pudientes tenían la posibilidad de enviar a sus hijos a la escuela y a la universidad. El grado de analfabetismo era altísimo. Para el hijo de un campesino o un pescador no quedaba otro camino que el trabajo muy duro y mal pagado. Posiblemente esta clase pudiente conileña recibía de la capital, ciudad de casas luminosas y blancas, llenas de torres con azulejos brillantes, que vigilaban el mar, del que le llegaba, en aquellos años, la riqueza y el poder, los reflejos dorados del romanticismo literario ya en su última fase.
Y aquí, precisamente aquí, el 10 de Diciembre de 1848, Mª Dolores Yusti, esposa del médico de la Villa, Agustín Velarde, dio a luz a un hijo, al que llamaron José, que fue bautizado, según reza en su partida de bautismo, 13 días después en su propia casa por encontrarse en peligro de muerte, por el Vicario y ecónomo Miguel Cifuentes Moreno.
Afortunadamente para la literatura, José Velarde superó su enfermedad y llenó sus ojos del brillante azul del mar conileño, del relumbrante blanco de sus casas y del alegre y esperanzador verde de sus campos y pinares. Rodeado de estos colores José Velarde no podía ser otra cosa que poeta, aunque antes, quizá por presión paterna se doctorase en Medicina en la Facultad de Medicina de Cádiz en octubre de 1870. Previamente había cursado sus estudios de bachillerato en Jerez.
En 1875 encontramos a nuestro poeta en la ciudad de la Giralda donde ha conseguido por oposición una plaza en el Cuerpo de Beneficencia Municipal. Conil, Cádiz, Sevilla, tres lugares con una luminosidad, un duende, una belleza que contribuyeron a que José Velarde se encontrarse más a gusto escribiendo versos que curando enfermos. Por un lado el mar de Conil y Cádiz con su misterio, su leyenda, su frescor, su belleza. Por otro el Guadalquivir de aguas transparentes, Triana con su duende, el Barrio de Santa Cruz con su callejones estrechos llenos de soledades e historias. Vivir en Sevilla es vivir oliendo azahares, es vivir embrujado. Seguramente el poeta en los dos años que vivió en esta ciudad se consolidó. Por eso en 1877 decide abandonarlo todo y marcharse a la capital.
Políticamente España en aquellos años había atravesado situaciones muy difíciles: Amadeo de Saboya, La Primera República, Alfonso XII. José Velarde, de ideas radicales, ingresa en el partido liberal al subir al trono Alfonso XII pues confía que el joven monarca devolverá a España su esplendor.
En aquellos años la literatura, las cosas no han cambiado tanto en este aspecto, no da para comer y José y su familia pasan muchas penalidades. Rehúsa la ayuda de sus amigos entre los que se encuentra el propio rey, al que le encanta recitar sus poemas, pero al final acepta un puesto en el Ministerio de Hacienda con cuyo sueldo consigue al menos sobrevivir.
Con casi 43 años, el 22 de febrero de 1892, Velarde muere, dejando a sus hijos y viuda, Lucía de Castro, por patrimonio gloria y pobreza, algo bastante habitual. A su entierro asistieron muchos escritores, entre ellos Zorrilla y Núñez de Arce.
Y como también es frecuente después de su muerte es homenajeado en el Ateneo de Madrid y el Marqués de Comillas se hace cargo del hijo mayor y le envía a la viuda cinco mil pesetas. También el Ateneo gaditano, presidido por Adolfo de Castro, le rinde honores, en un acto donde son leídos sus poemas y poemas a él dedicados. Todo esto pone de manifiesto que el poeta conileño era bastante conocido en los ambientes literarios de la época pese a que recibiese críticas de superficialidad y escasa calidad.
En su obra apreciamos rasgos de un romanticismos que finaliza, caracteres descriptivos y cotidianos propios de la corriente realista y también hay en sus poemas elementos que recuerdan a la futura corriente modernista. Velarde bebe en todas las fuentes y quizás por eso sus críticos le tachasen de superficial y carente de originalidad pero esto no quita para que contribuyese a la formación y el enriquecimiento de la historia literaria española a la que dedicó y sacrificó su vida.
José Velarde es uno más de los que luchan por la cultura y del que la gente apenas si se acuerda. Al menos él tuvo la suerte de publicar sus obras y de estar en las enciclopedias y antologías. Otros no tienen tanta suerte.
En la biblioteca municipal de Conil y en Raíces Conileñas existen dos tomos de su obra, regalo, de Tomás Iglesias Pérez. Evidentemente también está en la Biblioteca Nacional. Ojalá éste sea un punto de partida para que las viejas y nuevas generaciones de conileños conozcamos y estudiemos su obra.
En Febrero de 1993, 101 año después de su muerte, la Revista Poética Azahar le dedicó un homenaje y publicó fragmentos de sus poemas y poemas a él dedicados.
De los dos volúmenes anteriormente citados, copias de una edición francesa de 1900, Raíces Conileñas con la colaboración de Ayuntamiento y de la Obra Social de Cajasol ha editado dos volúmenes titulados Poesía Lírica y Leyendas. El primero apareció en Octubre de 2005 y el segundo en junio de 2008. Aún queda un tercero para el que se está buscando financiación y que se titula Poemas. En 2008 la editorial Extramuros publicó las obras completas en dos tomos.
Con todo este trabajo parece que la figura de José Velarde, nombre que también se le ha puesto a nuestra biblioteca municipal, se va haciendo más habitual entre los jóvenes conileños y todo gracias al esfuerzo de unas cuantas personas q ue siempre creyeron que la poesía de Velarde tenía que ser patrimonio del pueblo de Conil.
Hoy estamos aquí para presentar los dos volúmenes editados por Extramuros, en los que se recogen la obra poética de nuestro paisano, dentro de su colección Andalucía y en su serie clásicos andaluces. La obra original fue editada en 4886 por la Editorial Álvarez y Villaverde.
JOSÉ LUIS RUBIO
(30-Junio-2010. Patio del Ayuntamiento de Conil.)
Buenas noches.
Las raíces de un pueblo son el pasado que ha forjado el presente y que se proyecta hacia el futuro.
Queremos acercaros y acercarnos al siglo XIX, concretamente a los años de gracia de 1848 a 1892. Por aquellos años Conil era un pequeño pueblecito blanco dedicado a la labor diaria y cansada del campo y de la pesca y posiblemente poco conocido por los españoles. La enseñanza y la cultura estaban al alcance de muy pocos de sus habitantes. Sólo las familias pudientes tenían la posibilidad de enviar a sus hijos a la escuela y a la universidad. El grado de analfabetismo era altísimo. Para el hijo de un campesino o un pescador no quedaba otro camino que el trabajo muy duro y mal pagado. Posiblemente esta clase pudiente conileña recibía de la capital, ciudad de casas luminosas y blancas, llenas de torres con azulejos brillantes, que vigilaban el mar, del que le llegaba, en aquellos años, la riqueza y el poder, los reflejos dorados del romanticismo literario ya en su última fase.
Y aquí, precisamente aquí, el 10 de Diciembre de 1848, Mª Dolores Yusti, esposa del médico de la Villa, Agustín Velarde, dio a luz a un hijo, al que llamaron José, que fue bautizado, según reza en su partida de bautismo, 13 días después en su propia casa por encontrarse en peligro de muerte, por el Vicario y ecónomo Miguel Cifuentes Moreno.
Afortunadamente para la literatura, José Velarde superó su enfermedad y llenó sus ojos del brillante azul del mar conileño, del relumbrante blanco de sus casas y del alegre y esperanzador verde de sus campos y pinares. Rodeado de estos colores José Velarde no podía ser otra cosa que poeta, aunque antes, quizá por presión paterna se doctorase en Medicina en la Facultad de Medicina de Cádiz en octubre de 1870. Previamente había cursado sus estudios de bachillerato en Jerez.
En 1875 encontramos a nuestro poeta en la ciudad de la Giralda donde ha conseguido por oposición una plaza en el Cuerpo de Beneficencia Municipal. Conil, Cádiz, Sevilla, tres lugares con una luminosidad, un duende, una belleza que contribuyeron a que José Velarde se encontrarse más a gusto escribiendo versos que curando enfermos. Por un lado el mar de Conil y Cádiz con su misterio, su leyenda, su frescor, su belleza. Por otro el Guadalquivir de aguas transparentes, Triana con su duende, el Barrio de Santa Cruz con su callejones estrechos llenos de soledades e historias. Vivir en Sevilla es vivir oliendo azahares, es vivir embrujado. Seguramente el poeta en los dos años que vivió en esta ciudad se consolidó. Por eso en 1877 decide abandonarlo todo y marcharse a la capital.
Políticamente España en aquellos años había atravesado situaciones muy difíciles: Amadeo de Saboya, La Primera República, Alfonso XII. José Velarde, de ideas radicales, ingresa en el partido liberal al subir al trono Alfonso XII pues confía que el joven monarca devolverá a España su esplendor.
En aquellos años la literatura, las cosas no han cambiado tanto en este aspecto, no da para comer y José y su familia pasan muchas penalidades. Rehúsa la ayuda de sus amigos entre los que se encuentra el propio rey, al que le encanta recitar sus poemas, pero al final acepta un puesto en el Ministerio de Hacienda con cuyo sueldo consigue al menos sobrevivir.
Con casi 43 años, el 22 de febrero de 1892, Velarde muere, dejando a sus hijos y viuda, Lucía de Castro, por patrimonio gloria y pobreza, algo bastante habitual. A su entierro asistieron muchos escritores, entre ellos Zorrilla y Núñez de Arce.
Y como también es frecuente después de su muerte es homenajeado en el Ateneo de Madrid y el Marqués de Comillas se hace cargo del hijo mayor y le envía a la viuda cinco mil pesetas. También el Ateneo gaditano, presidido por Adolfo de Castro, le rinde honores, en un acto donde son leídos sus poemas y poemas a él dedicados. Todo esto pone de manifiesto que el poeta conileño era bastante conocido en los ambientes literarios de la época pese a que recibiese críticas de superficialidad y escasa calidad.
En su obra apreciamos rasgos de un romanticismos que finaliza, caracteres descriptivos y cotidianos propios de la corriente realista y también hay en sus poemas elementos que recuerdan a la futura corriente modernista. Velarde bebe en todas las fuentes y quizás por eso sus críticos le tachasen de superficial y carente de originalidad pero esto no quita para que contribuyese a la formación y el enriquecimiento de la historia literaria española a la que dedicó y sacrificó su vida.
José Velarde es uno más de los que luchan por la cultura y del que la gente apenas si se acuerda. Al menos él tuvo la suerte de publicar sus obras y de estar en las enciclopedias y antologías. Otros no tienen tanta suerte.
En la biblioteca municipal de Conil y en Raíces Conileñas existen dos tomos de su obra, regalo, de Tomás Iglesias Pérez. Evidentemente también está en la Biblioteca Nacional. Ojalá éste sea un punto de partida para que las viejas y nuevas generaciones de conileños conozcamos y estudiemos su obra.
En Febrero de 1993, 101 año después de su muerte, la Revista Poética Azahar le dedicó un homenaje y publicó fragmentos de sus poemas y poemas a él dedicados.
De los dos volúmenes anteriormente citados, copias de una edición francesa de 1900, Raíces Conileñas con la colaboración de Ayuntamiento y de la Obra Social de Cajasol ha editado dos volúmenes titulados Poesía Lírica y Leyendas. El primero apareció en Octubre de 2005 y el segundo en junio de 2008. Aún queda un tercero para el que se está buscando financiación y que se titula Poemas. En 2008 la editorial Extramuros publicó las obras completas en dos tomos.
Con todo este trabajo parece que la figura de José Velarde, nombre que también se le ha puesto a nuestra biblioteca municipal, se va haciendo más habitual entre los jóvenes conileños y todo gracias al esfuerzo de unas cuantas personas q ue siempre creyeron que la poesía de Velarde tenía que ser patrimonio del pueblo de Conil.
Hoy estamos aquí para presentar los dos volúmenes editados por Extramuros, en los que se recogen la obra poética de nuestro paisano, dentro de su colección Andalucía y en su serie clásicos andaluces. La obra original fue editada en 4886 por la Editorial Álvarez y Villaverde.
JOSÉ LUIS RUBIO