ESE ÁNGEL

Ese ángel
que habita en la penumbra de mis días,
en la confluencia de antiguos anhelos,
que mitiga mi soledad,
con su calidez infinita.

Ese ángel
extraño residente de mis ansias,
piedra angular de mi existencia,
numen de mis continuas inquietudes.

Ese ángel
al que recurro en mis cavilaciones,
en la búsqueda de mis interrogantes,
en mis arriesgadas decisiones.

Ese ángel
basamento esencial de mis peticiones,
con mi sensibilidad expuesta
a la orfandad de los siglos.

Ese ángel
comprensión primordial
de senderos imaginados,
más allá del tiempo y la distancia.

Ese ángel
que motiva mis incesantes plegarias,
siempre será el estímulo que preciso,
soplo etéreo,
devoción constante para mis tribulaciones.

Zaida Juárez -Argentina-