sábado, 19 de enero de 2019

CONDENSACIÓN


Un corazón mal dibujado, recordando la adolescencia.
Una frase intrascendente con la punta de la uña, para hacer la letra fina.
Una cabeza de muñeco con el pelo alborotado.
Un sol, una luna, unas manos, una estrella, que se yo.
Toda una vida reflejada en una nube.
Toda la muerte perpetuada en una cruz.
El deseo un unos labios, la tristeza en una lágrima.
La alegría se precipita al abrir el ventanal.
El frío quiere abrazarte y el calor escapa de la habitación.
En unos instantes el vaho se desmorona en gotas que escurren por los cristales y todo queda en nada y hay que volver a cerrar. Hace frío y los cuerpos a estas edades ya no están para tonterías.

Carlos Torrijos (España)

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