viernes, 9 de noviembre de 2018

HOJARASCA VIVA


Lejana en su tañido
la melodía apresurada
se desviste y restregando
sus ojos de cansancio e ira
vuelve al silencio, el campanario.

Ya enmudecido las sombras
cautelosas reptan cuidándose
de algunas luciérnagas vagabundas,
esta noche, la última, es posible que
el riachuelo haya apagado su canto.

Aún más serena el avance
de las horas; aquellos quedos
ecos de pasos anuncian el quebrarse
lento de la hojarasca seca, más
y más la medianoche, ya acá está.

Allá lejos la silueta nívea
apenas visible en sus contornos
resplandeciente como agónico
lucero distante tratando de huir
del conglomerado estelar, abismal.

Todo suspendido hasta el cierzo quieto se esparce
un aroma a madreselvas se delinea candorosa entre
el tul gris un perfil conocido, aquellos
labios con finura celestial apenas tilda
azul como si no estuviera muerta, este día.

Orlando Ordóñez Santos

No hay comentarios:

Publicar un comentario