miércoles, 20 de junio de 2018

ENTRE LA URRACA Y EL GRAJO


A ti te miento menos y; es casual,
le dijo un embustero a su colega
advirtiéndole ¡Sí me paso alega!
Con otro cuchicheo más textual.

El colega notó su ya inusual
forma de mentir tan burda y tan ciega,
que avergonzado quiso dar entrega
con un final de engaño espiritual.

Si mientes mal se nota por tus cejas,
dijo raudo el colega al embustero,
y tú; al mentir se unen tus orejas.

Son las que mueves y vemos primero,
replicó el embustero con sus quejas
dibujando otro amaño no certero.

Emilio Moreno

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