domingo, 20 de mayo de 2018

DE ESPALDAS


Huyo de las ruinas del alma humana
cautivo de una libertad aletargada,
tan solo tengo que seguir ciego
y excusarme en mis propios miedos,
dejar que me gobierne la propaganda,
rezar al dios del dinero...

Puedo mirar... y no ver nada,
amar a amantes mal pagadas,
soñar, los tan soñados sueños,
desear el objetivo de mi deseo
para morir sobre una solitaria almohada
que es la antesala de mi infierno.

Ver como la vida pasa
y dejar mis puertas cerradas
a los latidos que me aguijonean
por ver mi vida incompleta,
tengo que alzar, al fin, la cara
y mirar mi reflejo, aunque duela.

Tengo que gritar... ¡ya basta!
para salir de la seguridad de mi casa,
tengo que romper alguna cadena...
no es suficiente sentir la pena
necesito compartir la desgracia
contra el poder que me alimenta,
aunque solo tenga la palabra,
aunque muera en una cuneta
porque, cuando la palabra muera...
entonces... gritarán las piedras.

Luis Maria Saiz Laso

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