LÁGRIMA...

Se resbala el cristal sediento,
sobre la gris mejilla, desolación,
se abre el negro costal al viento,
la gota en la rejilla, desilusión.

La tristeza oronda corre y luce,
atisba la verdad en la oración,
la melancólica ronda se trasluce,
la amarga realidad es ablación.

La verdadera y gris lágrima,
no resbala ni acosa en la cara,
se adentra en la loca tarima,
del alma como lapidante vara.

Lágrima gris, ronca y pedante,
colgada cual bozal acalorado,
como púa mortal, demente,
y saeta aguda, cruel y letal bocado.

La verdadera lágrima se agita,
hiere y duele en el corazón,
en el alma la amargura grita,
la negra, vil y ruin razón.

La verdadera lágrima destroza,
asola la vida y la deshace,
se desglosa hambrienta, acosa,
en el corazón en mudo y ciego lance.

Ronda sobre el alma caminante,
como espina silenciosa y voraz,
azota sin calma, sombra efervescente,
látigo ardiente, ávido y falaz.

José Vicente Castro Romero -Colombia-