lunes, 18 de marzo de 2019

DUERME AMOR,... DUERME


Te estás durmiendo
sobre el resplandor de la noche
y, mientras la luna tirita
entre árboles de párpados,
tú,... te estás durmiendo.

Cómo siento
tu respirar fatigado
enredando tus palpitantes cabellos
y tus besos
mojando la alcoba.

Cómo te siento, amor
entre pasiones fatigadas
volando tus sueños
humedeciendo
la almohada.

Y yo, tu guardián
aturdiendo caminos
con espadas al aire
combatiendo las fuerzas,
guardando tu sueño.

Descansa amor, descansa
en los dulces arpegios
de las velas prendidas
mientras agazapado
vigilo tus alas de cristal.

Mientras cuido
tu templo
de parajes silenciosos,
y contorsiono palabras
para que siempre despiertes.

Duerme amor, duerme
que benditos sean
los caballos alados
que al infinito te lleven
en caravana de besos.

Y yo me enraízo
en la obligación
de resguardarte siempre
mirándote toda
en las manos del tiempo.

Te estás durmiendo, amor
te estás durmiendo,
como tórtola en su dulce nido
y cómo me invade las ansias
de cuidarte, ... de cuidarte siempre.

Juan Elmer Caicedo Niquén

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