Con esta estrafalaria pinta
y además andando entre lobos, quizás está
un poco borracho, -no lo sé-
la lengua le patina, me imagino que siempre
estuvo así, quizás con una sonrisa un poco babosa.
Quiere a toda costa dialogar conmigo
yo a veces lo escucho un poco, por prudencia;
por respeto o, por lastima,
-pero es tan insulsa su conversaciòn-.
Me cuenta que en alguna ocasión
le dijo algo a una chica, -algo así-
-gorda, no se cuando será, pero tú y yo "joderemos"-
¿de verdad eso le dijiste?.
Siempre va con esa estrambótica imagen
que no sé si es para llamar la atención
o es su gusto personal de vestir;
-que por otro lado a mi me da igual-
cada cual es libre de ir como quiera.
A veces me enfada y me dan ganas de mandarlo a...
pero lo pienso y trato que me deje tranquilo;
con esa pinta rara y esa conversión absurda...
No sé si es un loco, un tonto o todo junto.
La única vez que lo vi medio normal
fue una que me propuso hacerle una obra en su casa;
pero cuando vi la casa... la casa estaba
igual que él... ¡sin tejado!
RAFAEL CHACÓN MARTEL
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