domingo, 9 de diciembre de 2018

ERA UN SÁBADO DE LOS DE OTOÑO


Era un sábado de los de otoño
dos horas y media para almorzar
tiempos de otrora parecen hogaño
una buena copa de vino para brindar.

La tertulia con sabor a café
los más pequeños duermen en placer
sonrisas y complicidad de un querer
suave la voz de mujer.

Sus rostros, sus miradas
belleza en sus labios
afloran fruto de su maternidad
ellas son las musas de nuestra realidad.

Quizás la belleza tenga
nombre de mujer,
quizás su magia provenga
de ver a sus hijos nacer,
ese será el último recuerdo
¡Tú, mujer y madre a la vez!

Francisco Javier Díaz Aguilera

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