Sólo un beso
y sumergirme
en un manantial
de ternura infinita.
Sólo un beso
en aquel anochecer pueblerino,
para ingresar en la beatitud
del silencio y de verdades presentidas.
Sólo un beso
para encontrar la calma,
la pureza de las gaviotas,
el resplandor de las estrellas,
todas las constelaciones congregadas.
Sólo un beso
y quedarme suspendida
en esa compenetración esperada,
tibieza de tus alas,
atracción de tu mirada.
Sólo un beso
manjar necesario,
remedio para abatir la melancolía,
sustento para mi alma.
ZAIDA JUÁREZ -ARGENTINA-
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