PARTIR

No desees hablarme de aquel poema,
ni recuerdes aquella noche cerrada,
no pretendas desaparecer airada,
porque esta triste historia de amor, le quema,

no intentes morder el verso y la palabra,
hablan de una sonora verdad sin rima,
ni quieras que el eco del silencio exima
al verbo de una realidad macabra,

ni siquiera pretendas prender la luna
con la llama de aquel amor ahogado
bajo lágrimas de su cruel infortuna,

ahora ya es tarde para sonreír,
con el olvido del tiempo perdonado,
sólo le queda, una mochila, y partir.

Angel L. Alonso