Se ha posado una cigüeña en lo alto del campanario,
mirando desde lo alto el corralón solitario,
ya las golondrinas se van, antes que llegue el invierno,
con heladas y ventiscas, los humores del infierno.
Es una soleada mañana,
el sol calienta un poquito en la serranía gaditana;
recorriendo los caminos
se vislumbra ya la parda sementera,
se ven ya bajo los pinos
a esa seta primera,
y del río Guadalete, corre, terso y mudo, mansamente;
el otoño llega despacio, a estar presente.
Entre el pasto, alguna flor despistada ha nacido,
roja, azul o blanca, que no le teme al frío
y espera paciente la mística primavera...
Álamos del campo santo, eucaliptos de la rivera,
neblina de la montaña
ante el ocaso en la lejanía,
se marcha cansado el sol del día;
¡hermosa tierra de mi Andalucía y España!
RAFAEL CHACÓN MARTEL
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