En un parque solitario, se lamentaba una mujer
sobre un fotógrafo vil y desarmado...
en su delirio se lamentaba y hablaba en voz alta;
no sé si para que hasta los pájaros se lamentaran.
-Y decía-
Para ti nunca fui más que un pedazo de carne
sin nombre, un trozo de mármol donde
con canón esculpieras en mi cuerpo..
un cuerpo de mujer desnudo, blanco y hermoso.
En el que jamás te asomaste a verlo por dentro...
para ver que entre otras muchas cosas,
tenía un corazón que latía...
y ríos de sangre caliente que corrían
a borbotones por los ríos de sus venas.
Pero si te sientes orgulloso de tu trabajo
sin escrúpulos y sin piedad..
jamás te paraste a pensar, que tal vez te amara...
y que me estremecía de placer
cuando tus manos expertas moldeaban sensualmente
el contorno de mis ardientes senos...
Hoy me encuentro en un desierto parque,
donde sufro los rigores del frío y los latigazos
del atroz hambre, y haga frío o calor,
ni siquiera las palomas vienen a posarse
en mi mano, porque no tengo nada que darle...
Soló escribiste: "Desnudo de mujer" ni nombre pusiste...
RAFAEL CHACÓN MARTEL
No hay comentarios:
Publicar un comentario