sábado, 22 de septiembre de 2018

ANHELOS NOCTURNOS.


Hoy, te toca tocarme, porque
solo en tu cuerpo está el fuego
donde quiero quemarme, en tus
besos yace el prohibo misterio
intocable seduciéndome, en tu pecho
está el huerto que fluye el vino con
el que decido embriagarme, es tu
vientre remolino con la furia de anhelos
nocturnos incitándome y tu cintura
la tempestad donde dispongo perderme.

Hoy, te toca desvestir mi silencio
distante, interpretar la mirada
penetrante, responder al coqueteo
de mis labios provocándote, descifrar
el juego de las manos llamándote,
con tranquilidad acudir con fuego
por dentro consumiéndote, tocar
mis deseos con arte de romance
mientras vas derritiéndote, soplar
en mi oído versos sensuales
despertando la desesperación
de amarnos, en la elegante espera
disfrazada de calma pero
desnuda arde.

Hoy, te toca perseguir mis deseos,
atraparme en las cuerdas de los tuyos,
desnudarme con dedos de doncella
en tanto me envuelves en tu boca
de reina, regar tus besos donde enfurecen
y se aquietan mis vientos, liberar tus manos
en la tierra débil que añora tus consuelos,
quebrar mi fuerza en el sensible toque
de tus labios perfectos, desbaratar
el protocolo con caricias reinventadas
en la picardía de tu almohada, navegar
sobre mi piel hasta encallar en el puerto
del delirio placentero, donde juntos,
tocamos el universo.

Luis Emilio Tigüilá Robles -Guatemala-

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