PUNTO DE LUZ

Entre millares de estrellas, se figura el interior de una de ellas. Cálida pero silenciosa, pedía la dejaran transformar su mismo cielo.

Paso ligero al caminar; ingrávido y sin sosiego. Pero teníase por mujer. Tan necesario era estar, aún en contra de su tan cuidada paz.

Nunca estuvo en cautiverio; era su esencia, la libertad. Podía estar entre tantos astros o en su rincón, desde allí soñar.

Nada pretendía de más. Tan llena de todo cuanto observaba. Tocaba en búsqueda de armonía, la luz del que a su lado llegara a acercar.

Hubo un tiempo en oscuridad. Más del destello siempre se acogió. Sabio propósito, instante que le tocó ocupar; pues nada al fin cambió lo que de ella nació.

Movíase de repente, caos y calma en su alrededor. Pero ese punto infinito y pequeño, de su lugar no se movió.

Rayo de luz que desde aquí se mira, sigue tus pasos sin temor. No todos perciben universos... tú, pareciendo inerte, los haces parte de tu interior.

Luna dormida