Sin proponerse nada,
los hechos de súbito
llegan a la vida;
tanto los positivos,
como los negativos.
La vida te quita
y te pone lo que quiere.
En el caminar por sendas nuevas,
de la dulzura o de los dolores,
como la cal o la arena.
En oportunidades
te regala las rosas,
con su aroma propicia
para amar profundamente,
en los soles, las lunas y mieles.
Pero no olvides,
que cada rosa trae
sus espinas propias,
como las lindas damas,
traen la felicidad y la tristeza.
Cada rosa casual,
viene provista de aroma,
para amar sin medida,
como a su vez de las espinas,
para las sendas dolorosas.
La vida te entrega,
el condimento casual,
con trozos de felicidad
y dosis necesarias
de calamidad y necesidad.
Súbito o casual,
destino o casualidad,
amor o desamor,
rosas o espinas,
provista de felicidad y tristeza.
Fernando Enrique Zárate Ángel -Colombia-
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