lunes, 16 de julio de 2018

TINTA IMBORRABLE


Alguna vez pensé que en esta vida,
el amor sólo era una quimera;
un recuerdo que pronto se me olvida,
como instantes perdidos a mi vera.

Día a día los sueños fui perdiendo,
el amor parecía un espejismo
de su encanto anormal salí huyendo
y le di rienda suelta al hedonismo.

La mirada inocente de una dama
me perfora el escudo y me enamora;
dudo si es el amor que a mí me llama,
pero sueño con ella a toda hora.

Su perfume derrite mi armadura
si con voz melodiosa ella me nombra;
mi corazón se aguanta la locura,
quisiera ser su luz y no su sombra.

En las noches la abraza el pensamiento,
mi razón ya me dice: ¡ve por ella!,
pero temo no sienta lo que siento
y no quiero perder su luz de estrella.

Ya comienzo a pensar que no es un mito,
que el amor siempre flecha al que lo anhela,
por la tinta imborrable de su escrito
la emoción en las noches me desvela.

Patricio Gonzaga

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