Te dejé un beso en el cepillo de dientes, para que acaricie tus labios y muerda tu lengua suavemente
Algunas caricias en el cepillo que peinará tu cabello, para una vez más dejártelo enmarañado
En el ropero están varios abrazos, pero tómalos con calma no quiero sofocarte
Las frases del día quedaron grabadas en tu taza de café, para que las saboree tu boca mientras me bebes a sorbos
En la cama se guardó una noche de pasión por si no regreso alguna vez, y te haga falta el latir de mi corazón para poder dormir
Las palabras de amor y cariño me las reservaré para cuando estés frente a mí
Así, te las pueda decir suavemente al oído
Y en un suspiro estaré robándote el aliento para poder vivir
Abraham Méndez -México-
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