viernes, 20 de julio de 2018

MBURUCUYÁ


Cubrí con rios de sangre
la memoria de nuestros padres
y no he ganado nada,
soy esclavo de mis batallas,
un soldado en ninguna parte...
un ideal que no tiene alma.

He amado sin entregarme
a quien siempre quiso amarme,
he violado mi alma...
yo era el guardián de tu morada
mucho antes de traicionar mi linaje
con tantas disculpas injustificadas.

He sido tu único amante
el único que supo tratarte
como en tus sueños, soñabas...
quiera Dios que no te vayas
sin mí, a ninguna parte
si de mis ojos te apartas.

Y volaré entre jueces sin sustancia,
de almas, de amor enviciadas
para inmortalizar tu nombre
nombrando a todas las flores
que en la noche, como tú, se apagan,
quizá, porque en ella no amas,
quizá porque no te conoces
porque la noche es muy larga
en la soledad de tus montes
¡ay, mburucuyá!, ¡ay pasionaria!.

Luis Maria Saiz Laso

No hay comentarios:

Publicar un comentario