viernes, 20 de julio de 2018

ENTRE HADAS Y AYAHUASCA


Entre hadas y ayahuasca
el cielo implora perdón a sus criaturas
-por cerrar-
por andar cerrado
el cielo está vacío y silencioso
en el invierno
como una col frita a media tarde
tan lejana del amado almuerzo, de la copa
... del escriba.

Hay lamentos sobre el barro húmedo
y sobre el polvo que anda
estigias y arrabales
nada más que un parpadeo de dolor
sobre la hierba verde que se estira.

Me basta nada más que un beso de la sombra
para terminar dormida para siempre
para siempre las hadas han partido
del bosque entre lunas y aullidos
quedan huellas
pero no son ni un retazo de la falda
de la sabiduría amada
ni un trozo de calor en las mejillas
sigue cerrado
el sol de medio día y sus aplausos
sigue cerrado
la melodía del verano con sus caricias de oro
sigue cerrado
un día más para soñar despierto
en el umbral del sol que se levanta para perderse
detrás de avenidas largas de cemento
y de copas de alcohol que son apenas
esquirlas entre el brillante psicosour
de elfos y hadas
de duendes y miradas estiradas que
no logran levantar el polvo azul
de sus pisadas
sigue cerrado
no hay nadie en el umbral al cielo
ni el guardia, ni san Pedro,
todos están exhilados
en un planeta de luces a montones
de papelitos blancos
y zapatos desamarrados que van y vienen.

Nora Uria Castro

No hay comentarios:

Publicar un comentario