martes, 20 de febrero de 2018

LOS AMORÍOS DE MI GATO


Una mañana de un frío Febrero,
después de un tiempo largo
mi gato apareció.
Su aspecto no podía ser más
lamentable, estaba en los mismos
huesos, sucio, desgreñado, lleno
de arañazos y con numerosas
calvas en lo que recuerdo era su
hermosa pelambrera.
Te lo puso difícil las hermosas
gatitas, le digo, mientras el me
observa con una lastimosa mirada.
Es la ley de la oferta y la demanda
amigo (le hago saber) el macho más
fuerte, más dotado se lleva a la fémina.
No te lo tomes muy a pecho, no
es nada personal, ellas solo pretenden
asegurar la mejora de su especie.
Mira te diré algo, pero que quede
entre tú y yo, porque si esto
que te digo se sabe me pondrías
montar un buen pollo.
La hembra humana cuando se le
presenta la oportunidad, también
escoge la opción que le asegure
un futuro confortable, tanto a ella
como a su prole.
Ahora bien en lo que se refiere a
la hembra humana,
en ocasiones se ve atacada,
del que el macho no es inmune,
(aunque en él, sus secuelas
son menos nocivas) por un terrible
virus llamado AMOR.
Sus efectos son tan devastadores
que a ambos les hace vivir una
realidad ficticia que le anula todo
razonamiento lógico.
En el colmo del despropósito este
bacilo hace creer en su delirio, que
con la fuerza de su amor pueden
escalar montañas, cruzar océanos
derribar fronteras… su poder es tan grande
que atrapa sus sentidos y les
lleva a transitar cogidos de la mano por
los caminos de la ilusión y de la esperanza.
No importa las distancias, no importa
los credos no importan la raza.
Su amor en su locura puede llevarlos
más allá del bien y del mal.
En fin amigo gato ten cuidado
que no te alcance ese peligroso virus,
pues tu solo tienes herido el cuerpo,
a los humanos las heridas le llegan al alma.

Antonio Parrado -Barcelona-

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