sábado, 8 de julio de 2017

SENTÍA QUE EL LICOR ME EMBRIAGABA...


Sentía que el licor me embriagaba,
que mi felicidad era desdicha,
el amor sucumbía a mis penas,
y que mi mente me abandonaba.

Parecía un hombre lleno de remiendos,
de alma atormentada, solo y sin deseos,
para luchar por lo que se ama...
o morir por aquello que se quiere.

Mis ojos mostraban ya las lágrimas,
pero mi corazón por dentro me gritaba,
espera... espera... no todo está perdido,
solo has perdido una batalla.

Vuelve en si... tu copa no es remedio,
no dejes en su fondo, lo que ella quiere,
verte destruido, amargado y sin sentido,
arrastrado por los celos... maldecido.

Despierta y sal de tu propia soledad,
ella no es tu destierro...
solo son nubes negras pasajeras,
que se visten todas de presagios.

Un macho no debe llorar,
porque macho es... el que pelea
y en mil confrontaciones... ganas una...
y esa es... la mujer que celas, y ella te ama...

Andres Fernando Payan

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