PRESO

Preso me encuentro por ladrón.
Por robarme un rubí y un diamante.
Los cuales no me pertenecían.
Los cuales yo quería y deseaba.

El rubí que está en tu pecho.
El cual latía dentro de ti con fuerza.
Y era mi deseo el poder llegar a él.
Yo lo quería solo para mí,
porque ese era tu corazón.

El diamante estaba en ti.
Era tu ser, era tu alma.
De la cual yo quería ser su dueño.
Quería adueñarme de ti.

Y lo puede lograr, lo pude hacer.
Logré robarme tu corazón,
logré robarme tu alma.
Fue lo que yo quería, lo que yo desea.

Pero un tonto e idiota fui.
Porque lo que aquí se obra, aquí lo pagas.
Y fue evidente en mis acciones,
dejando evidencia incriminatoria de mis actos.

Por lo cual me llevaron a caer preso.
Preso de la belleza que es el rubí de tu corazón.
Preso de la bondad del diamante que es tu alma.
Y que ahora estoy preso, entre las rejas de tu Amor.

Edwin Ayala Sánchez