lunes, 10 de julio de 2017

NOCHE DE REYES


El roscón de reyes me sabe a tu sonrisa. La niebla cierra la cortina a las estrellas. El azul profundo es el recuerdo de tus ojos lejanos.
De cerezas y cabello de ángel, rebozadas en bizcocho y azúcar glas, son las voces de los niños que, asomadas a mi ventana, me hacen evocar un pasado más dulce. Una lluvia de caramelos multicolor cae sobre mi recuerdo. Un abuelete simpático con la barba clara, me guiña un ojo negro que brilla. O quizás lo que me envuelve en su luz juguetona es una linterna bailarina que recorre la pared y los
cristales. Viene Papá Noel. O tal vez, sea un rey mago. Qué más da…
Lo que importa es la ilusión.
Ahora es la escarcha de mis ojos la que diluye las estrellas.
Invoco a la niña que fui.
Un duendecillo alegre vestido de rojo, con cabello rizado, me da la mano. De su calor saboreo la fuerza, sorbo a sorbo para seguir adelante.
 Amanece. La última porción del roscón descansa junto a una taza de chocolate vacía.

M. Isabel Garaboa Jiménez
Participante en el VI Certamen Microrrelatos Libres Memorial Isabel Muñoz

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