Me han rescatado del agua.
Unas manos grandes y fuertes, solidarias, me han rescatado hoy del agua.
Mi abriguito rosa se ha mojado y ahora tengo frío.
Mamá dijo cuando lo compramos, la semana anterior a nuestro viaje, que con este abrigo jamás volvería a tener frío. En cambio, ahora, tengo mucho frío. Tengo el frío más grande que nunca haya
tenido en los inviernos de mi vida. El frío que no calienta un fuego con mucha leña. El frío que no se quita debajo de las sábanas calientes entre las que me encuentro acostada. Tengo el frío que da divisar
a lo lejos la tierra prometida. El frío de los ojos que no me ven.
Hoy he perdido el calor de mi abrigo rosa y, dentro del océano, he perdido todo el calor que me dieron mis padres desde que nací.
La Griega de AndaluCái
Participante en el VI Certamen Micorrelatos Libres Memorial Isabel Muñoz
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