domingo, 9 de julio de 2017

EN BUSCA DE UN DESTINO FINAL


Existió en este mundo un ser que
habiendo nacido en familia acomodada,
y haber concretado su propia familia
era muy feliz disfrutando de los milagros
otorgados por su Dios creador.

Así comenzó a notar como sus sueños,
se iban concretando paso a paso,
día a día, sin mayores dramas,
y que a cada pareja les suelen ocurrir,
siendo muy normal para él.

Así muy feliz caminaba mirando
su horizonte mágico sin sospechar
que una gran tormenta maligna
se estaba formando en su destino
que silenciosamente se asoció
a seres muy cercanos a él.

De la noche a la mañana
la gran tormenta del destino llegó,
destruyendo irremediablemente
todo lo que había ya logrado
con gran sacrificio crear,
y que destruyó todo lo construido,
dejándolo con un vacío total.

Desde aquél fatídico día,
dicho ser ha quedado totalmente solo,
y perdido sin rumbo fijo que seguir,
sin apoyo de brújula o persona
que pudiese guiar su destino futuro.

Tan solo confiado en su Dios,
quién en su mente soñadora
nunca lo abandonó, y le otorgaba
esa calma y deseos de luchar
contra tanto daño ocasionado
por su propio destino cruel
más decidido a continuar su vida,
en total soledad hasta encontrar
su norte final en el jardín del Edén
frente a su Dios que le donó la vida.

Así comenzó a recorrer el mundo
con una mochila llena de recuerdos
los que en cada sendero nuevo
iba descargando parte de su carga
para así olvidar, y dejar atrás
todo su pasado que le atormentaba.

Rara vez se acercaba a algún pueblo
e ingería un poco de alimento
mas un refrigerio para así ganar
nuevas energías en su continuo
caminar eterno, el que tendrá su final
al encontrar en su caminar errante,
a su Dios al esconderse ese sol
tenue que le acompaña cada día.

Y así hasta hoy mismo
según cuenta la leyenda,
que si al observar detenidamente
hacia el gran horizonte,
en un bello atardecer de primavera,
lograrás distinguir a lo lejos,
la imagen de un varón caminando
con un carro de arrastre
donde va dejando acumulados
todos sus nuevos sueños
deseando que alguna alma noble
logre descubrirlo y publicar
toda su historia de vida.

Claudio Kruger Ahues -Chile-

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