viernes, 23 de junio de 2017

SUEÑO MÍO


Eres tan hermoso e incierto, hombre de caminos largos, tan distante, tan de fuego. Siempre improvisando nidos de espuma, enamorando a la casualidad y esperando robar besos a los instantes que se entregan a ti.
Amarte, es elevarse llena de anhelos y estampar en el hastío las ganas de quedarse. O entregarte esto que soy para tu eternidad y la mía.
Recorrer punto arriba e incierto, como el río y su desembocadura, buscando en sus orillas las letras pérdidas de tu nombre, ésas que se aman sin esperar motivos, beberme estás ganas de ti y descubrirte palmo a palmo siendo mío, no por compromisos de satisfacción, sino porque decidimos desde otras vidas pertenecernos.
Es hermoso esto de amanecer cobijada con tu piel desnuda y morir en tu primera sonrisa que diluye mi voluntad. Caminar asida de tu mano, libre de temores y prejuicios, amarte, tan solo amarte, sin esperar la estación precisa, primavera viéndote en tus perfectos andares, quizá otoño feliz de perder mis hojas en cada entrega vivida de tu cuerpo.
Me hiere tu beso, me eleva y me estrella contra el deseo, éste de tocarte, mientras cierras puños y ojos y me sientes. Es hermoso, humedecer mi beso y liberar mis manos, alas prodigiosas en tu piel, olvidando tiempos y espacio, afanes de promesas muertas, historias sobre historias de ayer que ya murieron y beber de ti que salpicas el silencio con tu palabra. Pasará está vida como todas, entonces tú y yo, seremos un milagro.

Eres tan hermoso y tan cierto en está promesa que es nuestra, abrazar en el silencio tus te amo y tus ansias de mi, hombre de caminos largos y querencias cortas.

Diana Portillo

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