miércoles, 19 de abril de 2017

REFUGIO SIN CERCA


Busqué en el esoterismo
alivio para mi angustia
huyendo del vacío que hallé en los otros corazones,
su tristeza, su tedio, su crueldad, su nihilismo
que me hundió en la desolación, el tormento,
la inquietud, el despecho, el fatalismo,
soñé con los extraterrestres, con los seres del más allá,
con mundos invisibles que abrían una puerta
para exhibir su horror y su esperanza,
llené mi alma y mi vida de fantasía
después de conocer el absurdo del racionalismo más demente
sentado en las aulas de la universidad,
creí las historias más insensatas
porque me daban refugio contra un mundo gris y sofocante
cuya mirada deformante y sectaria temía como puñales
que amenazaban el valor de mi existencia,
encontré el calor de una luz
en aquellas altas horas de la noche en que escuchando la radio,
oía hablar del milagro con la naturalidad y seriedad
de un acontecimiento corriente,
más allá de esa luz, no vi piedad en la Tierra,
la utilidad y la lógica hacían impasibles todos los pechos,
me sentí solo en el mundo,
excepto por esas criaturas imaginarias y sobrehumanas
y ahora, tú, apenas eres menos insondable y portentosa,
envuelves mi vida, penetras mi espíritu, dominas mi destino
como aquellos seres sobrenaturales,
alientas la ilusión, invocas las emociones, destruyes los límites
de la rutina y el prejuicio,
eres mi esposa invisible y a un tiempo, mi ángel protector,
la imaginación más exuberante se ha hecho realidad
y una flor que resplandece invade de luz solo para mí
el universo entero.

LUIS RAFAEL GARCÍA LORENTE

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