lunes, 17 de abril de 2017

LA TARDE ES UNA PIEDRA OSTIONERA


I

“¿Como olerá el alma de la otra orilla?,
donde habitan las bocas de barrilete,
que en la puerta La Plaza, ¡ay por docenas!...
en la puerta la Plaza… que alegre va
la existencia sin pena…, en Puerto Real.
¿Como olerá el alma de los jureles?.
Aunque el alma más grande de la otra orilla
la tienen, sin duda, las cañaillas.”

II

Belleza en la tarde que de noche exenta
no promete nada,
su mansa quietud poblada de azules
es todo el azul:
el azul presente, instante y presencia,
los pies en el mar, la esperanza en tierra,
se mece lo añil con dulzura extrema.

III

El viento en el rostro… la caricia absoluta,
y aunque duele el ser, me transformo en piedra,
preñada de sal, mimada del río
que por ella vuelve de la mar inmensa;
material sin tiempo,
pura forma hermosa… tan hueca y tan llena.
Material sin tiempo,
roca de Los Puertos y de Puerta Tierra,
escalón del cielo,
fachada del templo que es la tarde quieta.

Paco José González

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