sábado, 15 de abril de 2017

LA FUGA


Y suelta la labor, y se levanta,
y el cristal es un marco
de abedules de plata.
–Qué mirará mi madre.

El sol tiene un aroma de membrillos
y el esplendor enciende
su fogata de sed en cada hoja.

Y descorre el visillo, y ajusta la falleba,
y se sienta otra vez cara a la tarde.
–Madre, mira, el otoño…

Siete pájaros, nueve, veintiuno,
doscientos, un millar atraviesan
y vuelan la ventana.

–Adónde fuiste, madre.
Me mira despertando,
soltando despaciosa las maletas
de sombra de sus ojos.

Enciende ya la luz.

Hasta mañana.

A Carmen Martín Gaite,
Desde la ventana

Del libro Los cuerpos oscuros de JUANA CASTRO -Villanueva de Córdoba-
Publicado en Luz Cultural

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