Para el séptimo día ya había terminado todo lo que se propuso. Comprobó que el guión que había escrito a lo largo de la semana era bastante aceptable. Sus personajes ya habían improvisado algunas escenas y se habían realizado algunas tomas. Por todo ello decidió tomarse un breve descanso. Al octavo día: luces, cámara… ¡acción!, ¡cooorteeen¡ gritó el Creador. El estreno resultó todo un taquillazo.
Atilano Sevillano Bermúdez -Zamora-
Publicado en suplemento de Realidades y ficciones 71
No hay comentarios:
Publicar un comentario