Hoy todo se pierde,
ya no hay nada
que recordar, todo se pierde
mientras las blancas paredes,
reflejan en tu sonrisa,
de quien te supo amar,
y no supiste valorar.
En estos silencios, lloras,
de ver que hoy,
el recuerdo es olvido
y el olvido melancolía.
Ver como todo,
en un segundo se va,
los jardines se secan,
no habrá lágrimas, ni lluvia
que los vuelvan a germinar
ni más besos sembrados.
Se va mi libertad,
en aquel pasillo,
donde habitaba mi felicidad,
con una mirada de despedida
un silencio que no era nada
y una nada que era un todo,
ese adiós con sabor a olvido,
esa mirada era amor,
todo se perdió y hoy
no hay nada para recordar.
José Manuel Gutiérrez Hernández
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