Esta tarde sigo a mi cabeza
que rueda
sobre sus pensamientos
heredadas manos buscando tercamente
su salida al mar
este exilio a veinticinco minutos
de ómnibus
la vida caída de una rama
aplastada en la vereda sucia
Esta tarde camino decapitado
pero oigo
veo
grito
y continúo odiando siempre
inevitable
peaje
Del libro Calles vacías de
GUSTAVO ESMORIS -Uruguay-
Compartido por Juan de Marsilio
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