martes, 17 de enero de 2017

LAS ORILLAS DE LA DIGNIDAD


Sentados a la orilla, nos mirábamos. Solo importaba en cuál de las dos nos había tocado estar. El caso es que tú siempre perdías y yo ganaba. Porque invariablemente hay dos orillas, ¿no? Dos riberas, tu abajo, al sol y sin techo, yo arriba, a cubierto y a resguardo. Tu humillado intentando abrazarme y yo orgulloso rechazando tus besos. Hasta que empezamos a preguntarnos si acaso éramos labios de la misma boca. Si la casa que habito era en realidad tan tuya como ese inmenso azul en el que has estado a punto de ahogarte, solo por aspirar a compartir ese cobijo que yo preservo. No, no hay orillas, hay un solo mar, y al final comprendimos que no volvería a separarnos, porque es el mismo que corre por tus venas y las mías.

Finalista del III Concurso de Microrrelatos Pro Derechos Humanos
Antoni Corominas Díaz -Castellar del Vallés (Barcelona)-

No hay comentarios:

Publicar un comentario